Que es lo que me pasa? Por que estoy así de introvertida?
Estoy enferma. Otra vez. No llevo la cuenta, pero supongo que debería empezar a llevarla, porque me parece que nunca estuve tan enferma en mi vida. Tal vez es porque me pagan los días de enfermedad? Lo que me lleva a pensar cual es la relación entre nuestra mente y nuestro sistema inmune. El año que estuve sola con los dos chicos, como hacía cuando estuve enferma? Estaba enferma? Si, lo estuve, recuerdo un par de veces, cuidándolos en medio de la fiebre, o sea, mas bien descuidándolos. Recuerdo estar en la cama, afiebrada, mientras Pepe bebé se entretenía reptando por ahí en la casa y Lulu miraba horas y horas de Pepa Pig. Recuerdo haber tenido una mastitis, o algo parecido, cuando una teta se te pone como una piedra y duele, y haber tenido fiebre, y también recuerdo haber tenido una angina, streptococus, del que creo que salí sin tomar antibióticos, con una especie de tratamiento que me autoreceté de jugo de limón en cantidades exorbitantes. Hay gente que vive como si no hubiese mañana y hay gente que vive como si mañana se toma un tren a Auschwitz. Igual, que hubiese podido hacer? No tenía una amiga a la cual le hubiese podido pedir ayuda sin verguenza, pero por otra parte sabía que si la cosa se ponía jodida podía llamar a gente amiga. La diferencia entre amigas y gente amiga. Y ese fué el año mas feliz de mi vida, supongo que la clave era no mostrar debilidad, era todo el tiempo probar que podía sola. Y lo probé, con creces.
Pero me desvío, una y otra vez, y espero poder mandar este post, porque ultimamente todos mis post, que tampoco son muchos, quedan en drafts.
Este fin de semana vino mi amiga que vive en Berlín. Yo no tenía ganas de que vinieran, francamente. Supuse que era porque la última vez que vinieron los llevé a dar un paseo por las montañas y fué una catástrofe. Elegí un camino que se suele hacer con los chicos del jardín de infantes, por lo tanto supuse que les iba a resultar fácil. Elegí hacer el camino en bajada, porque me imaginé que así les iba a resultar más llevadero que hacerlo en subida, ya que una vez en el valle podíamos pedirle a MM que nos llevase arriba con el auto por la ruta. Lo que no me imaginé es que el padre de las nenas (tienen dos nenas, la mas grande de la edad de Lulu, y eran amigas cuando vivíamos en Boston, y lo siguen siendo, la mas chica de la edad de Pepe) iba a entrar en una estado de angustia, o ansiedad, ni se como se dice en castellano, anxiety attack, que hizo que el viaje fuese una tortura. Los chicos corría bajando, saltando entre las piedras, como cualquier chico, pero el padre les exigía que lo hiciesen a paso de tortuga o de la mano de el, ya no recuerdo. Una tortura. Recuerdo que en la mitad del camino yo me quería matar, le quería pegar un bollo al marido de mi amiga, quería desaparecer. Mi amiga tenía una actitud como de protección hacia la actitud del marido, como que le hacia la pata en su actitud, la justificaba por ser gente de ciudad. Yo le decía pero es un camino que se hace en el jardín de infantes, y yo lo hice recién venida de la ciudad, y ella me decía que yo no soy patrón de nadie. Me harta ese argumento. Nadie se ve mas fucking average que yo misma. En fin, a la mitad les propuse regresar, ellos decidieron continuar y llegamos felizmente al valle. A mi, la que mejor me cae de toda la familia, es la nena mayor, una gorda feliz. Le propuse dejar subir la cuesta solas y dejar a la manga de infelices (incluyendo a Lulu y a Pepe, que tampoco son los mejores caminantes del mundo) y subir. Recuerdo la sensación de liberación.
Recuerdo que en viaje anterior, que era en verano, los llevamos a nadar a unas piletas naturales que se habían formado. La mayor, la gorda feliz, se desnudó sin mas, se metió en el agua, chapoteó. Lulu y Shem también, aunque Lulu creo que tuvo algún drama. La nena mas chiquita tiene fobia a los insectos y se puso a gritar como una descosida porque vió un bichito, estabamos en el medio de la naturaleza. También me quise matar. Pero ahora me doy cuenta que lo que mas me molestaba es que parecía que aceptaban mas la fobia de la chiquita que la aptitud para la felicidad de la mayor. La chiquita es diminuta, mientras la mayor es una gorda inmensa, que suele andar con la boca abierta y hace la media luna sin ninguna conciencia de que todos los adultos le miramos la barriga y llegamos a conclusiones.
Mi amiga que vive en Berlin me dijo que está a unos pasos de divorciarse. Casi me caigo de culo, decí que estaba en la cama convaleciente. Ahora se me aclararon tantas cosas. Ahora entiendo que lo que me molestaba es la función teatral de la familia funcional que estaban montado.
Las cosas son así: el es artista y no gana guita y tampoco ayuda en la casa a no ser que se le pida, o mas bien, que se le exiga (con el esfuerzo que implica el exigir). Mi amiga se mudó a Berlín para poder dejar de trabajar 8 horas por día y tener tiempo también de hacer cosas que la apasionan y otra vez se ve obligada a salir de la casa a las 7 de la mañana y de volver a las 5 de la tarde. Además de que el marido está siempre malhumorado y encerrado en si mismo, trabajando sin parar.
Lo mas curioso de este asunto es que lo bien que entra en la descripción MM. Aunque hay ciertas diferencial fundamentales. Uno, es que MM no está deprimido, por lo contrario, es la viva imagen de la alegría y el pum para arriba. Entra a la casa y yo pienso -Dios mio, que hago viviendo en esta obra en construcción?- y el dice- Que casa tan hermosa!-
Bueno, este post me está llevando varios días.
He logrado pensar lo que quería pensar. Es muy simple y práctico lo que quería pensar. El pensamiento recurrente que mas me agobia ultimamente es la casa sin terminar.
Por ejemplo toda nuestra ropa está arriba, en la parte mas sin terminar de la casa. Las paredes están sin el recubrimiento de yeso, se ve todavía toda la madera interior. Los pisos también, son planchas de madera bastas. Es el contrapiso en realidad. Sobre este piso iría otra capa, supongo que madera. Por ende es todo muy difícil de limpiar. Entonces en un rincón tenemos instalados los colgaderos y unas cajoneras donde ponemos toda nuestra ropa. Las cajoneras son lindas, nuevas. Pero ahora que es invierno el espacio pareciera no alcanzar. O tal vez es que yo dejé de doblar toda mi ropa cuidadosamente y la cuelgo en perchas y luego no tengo lugar donde ponerlas, porque no hay lugar para colgar, o sea no tenemos ningún ropero. Ahora me acabo de dar cuenta porque, la poca gente que viene a visitarnos exclama- pero dónde guardan la ropa?!- Yo miro entonces y me parece que hay muchísima ropa, además yo se que me visto mejor que muchos, sino mejor que todos (vestirse mejor que todos, el orgullo del pobre) por lo menos en el caserío, así que no entendía. Ahora me doy cuenta que es porque faltan roperos. La cuestión es que ultimamente esa parte de la casa me deprime mucho.
Pero la otra pregunta es, porque me deprime ahora y no antes?
Antes me alegraba porque me soslayaba en la idea genial de colgar la ropa adentro, y no tener que preocuparme por las tormentas de tierra o la lluvia (no es que haya mucha lluvia) y además tener todo centralizado. Ahora me parece que se parece mucho a una casa de una villa miseria.
Ahora se me está empezando a ocurrir que tal vez esté harta de que toda la ropa (como toda la preparación de la comida y como toda la compra de la comida) cae sobre mi.