Friday, November 23, 2018

la pesadilla de las tres comiditas diarias

Son casi las 10 de la mañana. Los chicos no fueron a la escuela, porque hoy Pepe tenía un acto donde celebran el comienzo del estudio de la Torá y es un acto que me resulta ofensivo, aunque en realidad la mayoría de los actos escolares me resultan pesadísimos, un tema que aparece mucho en este blog, supongo que porque todavía no lo entiendo muy bien. Pero entre que para mi es muy pesado ir a los actos, a este en particular, y  que a Pepe los actos le resultan también un bodrio insufrible, decidí que falte y se acabó. Lulu iba a ir a la escuela, porque están preparando algo para una competencia que tienen, talentos jóvenes se llama la competencia, pero al final tampoco fué. Ya me parecía raro tanto entusiasmo escolar en ella. 

Ayer me quedé mirando películas casi hasta medianoche. Hace mucho que no hacía algo así. Es que MM está enfermo y acampamos en el living mientras el acampaba en la pieza de los chicos. 

La semana fué muy dura, trabajé mucho. Organicé una limpieza profunda de un cuarto refrigerado donde se habían acumulado muestras de experimentos de por lo menos 5 años. Nos las pasamos tirando y limpiando dos dias, pero lo mas trabajoso fué organizar a los investigadores  y estudiantes a revisar sus cosas. A nadie le gusta tirar. Creo que porque tirar es enfrentarse al fin de las cosas, a la muerte. Bueno, hay gente a la que le encanta tirar, a MM sin ir mas lejos. Por él tiraría la mitad de la casa. Si, ponele, en un rato cuando venga de trabajar, enfermo y todo, le digo -tiremos cosas-, yo creo que se prende. Así que mi teoría de tirar y la muerte creo que se acaba de caer. 

Además del trabajo hay a mi alrededor demasiados estudiantes. Tres que son muy nuevos, una que necesita atención, y el resto normales, en fin, que son como 12 que me revolotean como bebés. A veces me llaman a duo, como si tuviese capacidad de desdoblarme, exactamente como Pepe y Lulu. Llegó un momento en pensaba que escuchaba mi nombre otra vez y me ponía a llorar. No me puse a llorar pero me puse tan nerviosa que le pedí a mi compañera de trabajo que se haga cargo de parte de mis responsabilidades porque yo no doy mas. No se si realmente se va a hacer cargo, pero bueno, tal vez deba relajarme. Ella que haga lo que le parezca y como le parezca. Me da la sensación que yo voy a seguir ocupándome, pero que me va a hacer bien liberarme de la sensación oprimente de la lista de cosas sin hacer. A mi me gusta mucho la parte de la limpieza, la parte de arreglar todas la máquinas, de hacer las compras, pero creo que la semana pasada no hice ni un experimento. Enseñé, lo que también es medio nuevo para mi. Es enseñar un poco lo que no se. 

Esta semana me di cuenta de lo agotada que estoy de las tres comiditas diarias que les doy a mis hijos los 7 dias de la semana. Y, todavía peor, las comiditas especiales que me tengo que hacer para mi, que no puedo comer un pedazo de pan con un pedazo de queso y una fruta y se acabó. 

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