Iom kipur

Estaba leyendo el último post de viejos son los trapos. Me reí pero me dió tristeza. Pero por que sera que sabemos que esas bestias viven entre nosotros pero no los conocemos? Alguien conoce al reverendo hijo de puta que tiene un perro en Palermo, lo lleva a cagar y no se hace cargo de la mierda?. Vieron, nadie. No se, parece que nadie los conoce.Yo tampoco conozco a los que votaron a Bush. Parece que vivimos en mundos paralelos.

Cuando vivía en Israel fuimos a pasar Iom Kipur a la playa. Iom Kipur es un dia en el año en que uno ayuna y piensa en todas las cagadas que se mandó. No está nada mal la idea. Israel se cierra. Nosotros no andabamos en plan de arrepentimiento, todo lo contrario, andabamos en plan hedonista de ir al mar, armar unas carpas gigantes estilo beduino, fumar como locomotoras y comer. Y remontar barriletes. Y surf.

LLegamos al atardecer y empezamos a armar las carpas (son realmete grandes, 20 personas pueden estar adentro comodas, y son solo para sombra, estan abiertas en los costados). En eso nuestros ojos horrorizados vieron llegar un grupo de arsim, que se traduce en algo asi como gronchos, distingibles por la camioneta 4x4 cargada hasta el tope y la música a todo volumen. Los miramos y rogamos al unisóno que se fueran, que acamparan lejos, que no les gustase el lugar. Nuestros ruegos no fueron escuchados y las dos parejas decidieron acampar a 40 metros de nosotros y empezaron a bajar una cantidad alucinanate de aparatos: entre ellos una heladera y un generador.

Fue muy difícil sobreponerse a la amargura de tener que dormir toda la noche con el ruido del generador en vez del ruido del mar.

Claro que tratamos de poner arena en este estupido generador, pero los arsim son arsim pero no son boludos y tenian atado un perro al generador.

En el viaje de regreso paramos a cargar nafta y nos los encontramos. Una de las chicas, la dueña de la heladera, estaba comprandose un helado. Me sonrio y me dijo -Lindo fin de semana, no?- Yo asentí mientras pensaba que el mundo es un lugar injusto por excelencia.

Dios aprieta pero no ahorca y hubo olas.