Monday, December 17, 2007

dientes blancos II

Este post está inspirado en este*

Convengamos que llegamos a este país por que algo en el nos atrae. Los masoquistas declarados y asumidos son escasos, y no conozco a nadie que diga -Amo la Argentina y estoy aquípa sufrir nomas- Pero como argentinos nobles y verdaderos apenas llegamos nos ponemos a criticar de una manera que si estuviesemos en Argentina, y no en esta tierra de gente contenida, enseguida nos dirian -Y entonces, por que carajo no te volves-

Yo soy argentina y verdadera, y tienen que escucharme cuando empiezo con la diatriba. No paro. No paro ni siquiera cuando hasta a mi me empieza a dar verguenza.

Supongo que debe ser una forma de lidiar con el dolor de estar lejos. Y entonces acudimos a uno de nuestro mejores y mas cultivados talentos nacionales. Ni siquiera podemos apelar a la válvula de escape de la gastada. Aqui la gente no se gasta. Asi que andamos desbordados con frases excelentes y divertidisimasy nadie a quien decirselas.

Uno de mis temas favoritos es la sonrisa helada (y tan blanca) que uno recibe al cometer una infracción de una de las reglas sociales. Aqui la gente tiene un espacio personal amplio y bien delimitado. No andan besuqueandose como nosotros. Generalmente no trabajan hacinados como nosotros. Excepto la linea L en rush hour en Manhattan, el subte no nos somete al hacinamiento degradante del subte porteño. Asi que cuando uno anda distraido caminando por la calle y se mete en el espacio personal de alguien, se ve inmediatamente compelido por el famoso Escuse me y la helada sonrisa blanca.

Duele.

Creo que intimamente mas bien fantaseamos con un abrazo y uns invitacion espontanea a unos mates.


Hace un año atrás estaba caminando por Cabildo, Buenos Aires. Hora pico. No creo que sea humanamente posible caminar entre esa horda humana y no pisar o chocar a alguien. No para mi al menos, que soy distraida. Y la reaccion que provocaba eran miradas asesinas.


Despues de que me asaltaron en La Boca, en la calle, entendi la razon de las miradas asesinas. Es miedo.

Y empezé a reevaluar la neutralidad de las sonrisas heladas y blancas.

* el post esta inspirado por el de Estudiante Cronica, pero no la parte de la critica, la parte de la critica esta inspirada en mi

2 comments:

estudiante crónica said...

Bueno, lo mio no era critica, sino mas una observacion... no extranho casi nada a la argentina (si a algunos argentinos) pero lo de los dientes es llamativo.
Y vivo en un pueblo universitario, de gente con plata, donde se ve que todos se pueden pagar los dientes.
Mucha suerte con el bicho!

ww said...

Si, ya se que lo tuyo no era critica, tenia pensado poner un comentario aclarando y me olvidé. Lo de la crítica es un comentario sobre mi misma.

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