Quiero agregar algo. Dos cosas. MM, que es un muy buen observador, o que parece tener una sensibilidad que yo carezco, dice que la gente de la aldea, pese a que vivimos en esta burbuja de bienestar y privilegio, anda con cara de ojete. Un poco es la cara israelí, la expresión israelí, que es de cara de nada tirando a agria. Yo le digo que nos vemos la cara todo el tiempo, que es mas o menos la cara que le pongo yo a el, cero tratar de ser agradable, hay lo que hay. Y me imagino que mi cara debe ser la misma. Pero desde entonces me trato de ver la cara cuando me muevo por el pueblo.
Una de las madres de mis alumnas, con la que suelo tener cortos diálogos donde le cuento mis aventuras con las locas adolescente estas a las que trato de enseñarles el noble oficio de la costura, me dijo que yo suelo andar con cara de estar pasándola bien. Quedé muy impresionada. Fué una de esas frases que dicen los extraños que tiene ese valor del que no tiene demasiado para perder diciendo la verdad. O que no tiene el peso del todo el metalenguaje que hay en el diálogo entre amigos.
Hay un tipo con el que trabajé hace tiempo con el nunca logré llevarme del todo bien. Ahora se ha retirado y ayer me lo encontré en el super. Le sonreí, yo le tengo y tuve aprecio, al tipo le gusta laburar y le tengo el aprecio que las hormigas hacendósas le tienen a otras hormigas hacendósas. El siempre me me miró con una cara que yo nunca supe interpretar. Una mirada directa a los ojos, y un gesto dificil de interpretar pero reticente, o con un dejo de antipatía. Ayer, que ya no nos une ninguna relación laborar, creo que lo interpreté. Lo debería haber reconocido. Es el famoso -y vos de que estás tan contenta imbécil- del que no está muy chocho con su vida. Creo que también hubo un cachito mas de simpatía ayer. Cuando yo iba por Boston sufriendo por ahí lo pensaba siempre, uno cuando es infeliz duda la felicidad de los demás, suena a performance, o creo que uno no está dispuesto a aceptar que puede ser real, uno bah, yo.
3 comments:
Hola. Te leo hace años, es más ni me acuerdo como llegué a tu blog...pero me colgué y acá sigo, en silencio hasta hoy. Tu vida es como una película un poco...y a la vez tan cercana y cotidiana. Me Copa mucho tu manera de relatar la cotidianeidad también. Y eso, que te lo quería decir.
Saludos desde el otro lado del mundo. (Uruguay)
Eliana
gracias
Ooh...mi solidaridad con Lulu, y por extensión, con mis hijas, que están esperando hace AÑOS que les termine cosas que les prometí, porque jamás compraría algo que puedo hacer yo. Creo que tiene algo de patológico, ahora que me hiciste pensar sobre ello.
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