culpa y la passive house

Nunca pensé que iba a decir tantas veces esa frase terrible: life is good, pero es lo que pienso muchas veces. Con culpa, claro está, porque se que mi vida en medio del placer y la abundancia, está basada en el sufrimiento de muchos, pero bueno la culpa es parte de mi, sin culpa creo que me desintegro. La gente que vive sin culpa me da un asco intelectual profundo, una rabia, una indignación y a la vez pienso que soy una hipócrita, claro está, porque mucha culpa, pero con la culpa no se hace mucho. Me pregunto si mis hijos estarán libres de culpa, creo que no, porque yo se las introduzco en pequeñas dosis. Saben, en forma muy vaga, que hay chicos que tienen hambre mientras estos descarados no comen las cortezas del pan porque no les apetece masticar extra. 

Tal vez si la culpa sea útil. La culpa te hace apreciar las cosas con profundidad, también te mantiene despierto. Por ejemplo ahora, que mi vida es perfecta, la culpa me hace ver que en un segundo las cosas podrían cambiar. 

El fin de semana salí con Pepe a hacer un paseo en la bici, el lo propuso. Yo iba a salir sola y el me interceptó y le dije que bueno. Nos divertimos. El puede andar unos cuantos kilómetros en la bici, la verdad es que todos los días hacemos una buena práctica solamente en llegar al jardín y luego volver. Hay mucho viento así que se está fortaleciendo. 

Hace mucho frío para estas zonas, cuando miré los termómetros, había 4 grados afuera y la casa está en un promedio de 20. Acá arriba la temperatura estaba en 17.5, lo que no es mucho, pero la temperatura es tan estable que uno se siente bien, solo hay que ponerse un buzo liviano. En el trabajo hace tanto frío y es tan incómodo porque la temperatura es tan inestable que estoy apreciando mucho la casa. También me estoy dando cuenta de que tal vez la casa nos manteniene sanos, será posible? Mis compañeras de trabajo tienen a sus hijos enfermos y yo nada. Pero luego me cuentan como los enfundan a sus hijos y yo me quiero morir de solo pensar en el trabajo extra de lavar esa ropa. Se van a dormir con medias! Usan camisetas! Dios mio. Lo único que hemos cambiado es que Lulu está usando remeras de manga larga y se pone un buzo grueso, y Pepe, que ni siquiera tiene campera de invierno, usa una remera de manga larga, un buzo finito y lo he convencido en usar una campera rompevientos, que es perfecta porque corta el viento y no ocupa lugar. Yo creo que la diferencia radica en que estamos calentitos en la casa, entonces cuando salimos no nos arropamos. Los que sufren en su casa de frío, o de casas donde hay muchas corrientes de aire, tienden a ponerse muchísima ropa para salir, aunque no se dan cuenta que afuera y en movimiento, no necesitan muchas mas capas. Yo necesito vestirme un montón porque en el trabajo sufro. En mi oficina hace calor porque hay calefacción, pero no hay aislación en la ventana ni en las paredes, entonces la sensación es de incomodidad. Luego el laboratorio es frío. Y todos esos cambios me vuelven loca. Creo que necesito usar gorro en el trabajo, porque el gorro te proteje de esos cambios sin molestar.