Fué todo un poco tenso porque MM y yo trabajamos hasta el último minuto, así que los preparativos fueron bastante caóticos. Bueno, tal vez no caóticos sino tensos. Aunque, me pregunto, existirá la familia que se prepara para una excursión en forma placentera y armoniosa?
No tenemos suficientes bolsas de dormir, así que llevamos dos frazadas, que son muy voluminosas. Tampoco tenemos backpacks grandes, creo que tengo que coser un par, o comprar. Ni siquiera tenemos 4 colchonetas, sino dos.
Pepe se quejó mucho. Ultimamente noto que es de quejarse. No lo había notado, en la vida normal es de quejarse poco. Así seré yo? Al principio del viaje los dos se pelearon porque querían la misma visera naranja fluo que Pepe porta en la foto.
Pepe todo el tiempo decía: Qué, otra montaña? Cuando vamos a hacer el camping? El sol se está por esconder, necesitamos hacer el camping! Que aburrido! Otra montaña?, todo esto mientras yo me preguntaba un poco el sentido del viaje familiar. Por suerte MM y Lulu parecían estar disfrutando del viaje, así que supongo que uno no puede esperar tener 4 personas felices en simultáneo. Yo también medio que pensaba como Pepe, pero MM tenía en mente un lugar protegido para acampar. Yo nunca entiendo que es lo que el ve en el mapa, necesito preguntarle.
Me acordé un poco de un viaje que hicimos en Puerto Rico, donde yo estaba igual que Pepe, solo que esta vez el sol rajaba la tierra (y a mi) y las playas pasaban, una tan paradisíaca como la anterior, mientras seguíamos caminando en medio de esa humedad y ese calor infernal, y yo le decía -acampemos aquí, es perfecto- pero no, no cumplía con los requisitos y seguimos caminando hasta que yo me insolé y luego tuvimos que pasarnos la semana en un hotel para que yo pudiese aplicarme compresas frias.
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