La mamá de una de las amigas de Lulu es una señora tradicional, de una familia marruecana. Cuando me hice esa blusa japonesa de algodón pinzada, hermosa, pero absolutamente inadecuada para mi, que soy tan romántica como un tornillo, se la dí. A ella le encantó y me la canjeó por dos kilos de miel, lo que me pareció un negocio redondo y además me está haciendo mucha propaganda, tanto que la hermana menor me preguntó si le podía coser el vestido de casamiento. Yo dije que estaba dispuesta a hablar del tema. Al final la novia me llamó diciéndome que no había tiempo para coser pero si me atrevía a modificarle un vestido comprado. Yo le dije que si. Todo esto por teléfono. Luego me llamó desde el negocio y me describió el vestido y yo la mandé a comprarse un buen corpiño y le dí el visto bueno. Ella me había advertido que era tetona, pero cuando vi cual era el material de trabajo casi me pongo a llorar. Porque será que todas las tetonas son fanáticas de los vestidos de espalda descubierta donde no hay manera de esconder los elementos de soporte?. El vestido era una especie de halter con una transparencia en v en la pechera, y la visión era perturbadora, pero yo no soy quien para meterme en esas decisiones. El vestido era lindo, relativamente simple, de tela de encaje. Yo le sugerí modificar un poco las dirección de las tiras, péro la novia estaba empecinada en usar el vestido atado al cuello con una tiritas de encaje de medio centímetro de ancho. La visión de todo ese peso suspendido del cogote era dolorosa y no de mi gusto. La novia era de cara chica y hombros angostos, además que yo me temía que luego de dos horas de esa tortura la novia iba a querer incendiar el vestido, pero ella se empecinaba. Tampoco entendíamos una tira misteriosa que tenía el vestido. La vendedora se había opuesto a vendérselo, porque era inadecuado para esas tetas, y la entiendo, además que que supongo que no tendría mucha idea, no era un negocio de novias especializado. Yo le cosí un corpiño y la cosa mejoró un poco, aunque no del todo. Luego empezaron a caer las hermanas de la novia y una dijo que el vestido no era adecuado, la transparencia frontal era muy transparente y además no le quedaba bien. Entonces todas las hermanas empezaron a traer todo tipo de trapos para ocultar un poco tanta abundancia. Era muy gracioso, pero yo me empece a desesperar, y también la novia. Empezamos con un problema y terminamos con dos, el problema estructural y el problema de la modestia. Todas las hermanas (luego se sumó la mamá) le ponían pedacitos de telas entre las tetas, lo que era muy complicado, porque no había mucho lugar extra para maniobrar y se discutía cuanto del tajo entre las tetas se debía ocultar. La novía estaba por ponerse a llorar, y yo también. La telita de la modestia sumaba una linea horizontal al triángulo transparente original y todo quedaba muy de collage improvisado.
Yo tenía que ir buscarla a Lulu a su clase de prueba de dibujo y eso me dio la oportunidad de respirar un poco, admás necesitaba mis tijeras. El horizonte se veía bastante negro.
Cuando volví tuve una revelación, el vestido ese no era un halter, sino que la tira misteriosa se ataba con las otras tiras y fromaba una equis en la espalda, lo que es mejor para soportar todo ese peso. Igual las cosas estaban lejos de ser perfectas, la novia todo el tiempo se estaba levantando las tetas, las cosas no estaban en su lugar. Yo le sugería que cambiasemos a tiras verticales, y coser el vestido a un corpiño tradicional, pero la novia estaba encajetada con la equis en la espalda. Y ahí tuve una la segunda revelación. Querés equis, tomá equis, y le tijeretié el corpiño y se lo cosí nuevamente en equis y luego le cosí el vestido al corpiño, todo a mano, y luego le cosí a las tiras del corpiño que erán fuertes y razonables las tiritas ridículas del vestido original. Luego un pedazo de encaje con vistos dorados, que la hermana mayor sugería que cosiésemos por arriba quedó perfecto, pero por debajo, y tapando todo el triangulo, así que eliminamos la molestia de la línea horizontal y solucionamos el problema de la modestia y además el vestido quedó mas interesante.
Rueguen conmigo que mis costuras a las apuradas resistan los embates de la alegría del gran día.
Yo tenía que ir buscarla a Lulu a su clase de prueba de dibujo y eso me dio la oportunidad de respirar un poco, admás necesitaba mis tijeras. El horizonte se veía bastante negro.
Cuando volví tuve una revelación, el vestido ese no era un halter, sino que la tira misteriosa se ataba con las otras tiras y fromaba una equis en la espalda, lo que es mejor para soportar todo ese peso. Igual las cosas estaban lejos de ser perfectas, la novia todo el tiempo se estaba levantando las tetas, las cosas no estaban en su lugar. Yo le sugería que cambiasemos a tiras verticales, y coser el vestido a un corpiño tradicional, pero la novia estaba encajetada con la equis en la espalda. Y ahí tuve una la segunda revelación. Querés equis, tomá equis, y le tijeretié el corpiño y se lo cosí nuevamente en equis y luego le cosí el vestido al corpiño, todo a mano, y luego le cosí a las tiras del corpiño que erán fuertes y razonables las tiritas ridículas del vestido original. Luego un pedazo de encaje con vistos dorados, que la hermana mayor sugería que cosiésemos por arriba quedó perfecto, pero por debajo, y tapando todo el triangulo, así que eliminamos la molestia de la línea horizontal y solucionamos el problema de la modestia y además el vestido quedó mas interesante.
Rueguen conmigo que mis costuras a las apuradas resistan los embates de la alegría del gran día.
8 comments:
muero por una foto!
ja que genia Wanda! y si, amerita una foto después de tamaño trabajo.
Venia leyendo con una sonrisa ascendente hasta que llegué a la parte de ..Querés equis, tomá equis.. y largue una carcajada en el trabajo y tuve que recatarme. Fantastica la imagen.
Vivan esas decisiones feroces.
Besos van
Genial!
De una u otra manera se van acordar de vos, creativa como pocas :-). Miriam
La ingeniería se hizo lugar entre retazos y tijeras y voilá! La solución llegó a tiempo.
Me encantó el relato, es una escena muy teatral.
Grande Wanda! No esperabamos menos de vos
Vengo en defensa de las tetonas!! Soy tetona y tengo muy claro que JAMAS me puedo poner nada con espalda descubierta y que siempre, siempre, siempre, lo principal en un vestido, es que me ayude a convivir con ellas lo más armoniosamente posible. Me calienta que parece que no hay ropa pensada para mujeres con tetas grandes, pero más me calienta la gente como esa que contás que se encaprichan con cosas que no hay manera de que les queden bien. ¿Nunca vieron What NOT to wear? Cómo aprendí con ese programa!
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