Esta casa nueva de mierda y la puta que la parió

Ayer tuve un día muy complicado, una suma de frustraciones pequeñas que se fueron sumando hasta que el agotamiento se tornó en depresión. A la mañana pensé que había encontrado la solución para Lulu: la llevé a la escuela en la bici mientras Pepe se quedó en casa solo. Ya es grande, puede quedarse 15 minutos solo en casa, se quedó jugando muy contento. Luego volví, me terminé de preparar, lo preparé a Pepe y salí de vuelta. Había quedado en que la iba a buscar a Lulu a la escuela, pero cuando la fuí a buscar llegué 5 minutos luego del timbre y no estaba. La empecé a buscar como loca, preguntando y dando vueltas en bici. Para colmo empecé un experimento en forma abrupta y tenía que tomar muestras justo en ese momento. Al final la encontré, se había ido al supermercado a comprarse caramelos. La traje a casa y le corté una manzana, ya que no tenía hambre, y me fuí a tomar las muestras. Cuando volví a almorzar, media hora después, la encontré que se había comido 10 caramelos de esos sin azucar mientras miraba el ipad. El horror. Le saqué los caramelos y la obligué a comerse la manzana. Me fuí de vuelta a trabajar y la idea era que la iba a llamar para recordarle que tenía que ir a una clase, yo lo iba a ir a buscar a Pepe y lo iba a engatuzar para que se quedase un rato en la oficina mientras yo hacía el otro muestreo. Al final pasó que me olvidé el teléfono, y cuando la traté de llamar de otros teléfonos no contestaba. Pensé que por ahí se avivaba sola de ir a su clase. Cuando lo fuí a buscar a Pepe una nenita quiso venir a visitar, yo no sabía que decir, pero ya varias veces he dicho que no en estos casos y le estoy arruinando la vida social.  Así que con los dos nenes a rastras me fuí a hacer el muestreo y los traje a casa. Entré y estaba todo en silencio, pensé que Lulu no estaba. Mientras tanto esperaba que mi teléfono se cargase para rastrearla. En eso voy a la pieza y me la encuentro envuelta en una frazada, inmersa en su mundo del ipad. Me agarró un ataque y empecé a los gritos. Por suerte MM vino y medio me rescató, o tal vez hubiese sido mejor que no estuviese, ya no lo se. De cualquier manera vino por un par de minutos, pregunta -todo está bien?- y se va. Bueno si, las cosas están bien, todavía no me tiré del piso de arriba o algo así. Lulu me dijo, con razón, que todo era mi culpa. Luego, para colmo, vino la mamá de otro nene que quería jugar con Pepe. Lo peor de estas visitas es que me dicen lo que se acostumbra en estos casos, que es Mazal Tov por la casa nueva y yo me quiero matar. Me felicitan por haber accedido a vender una casa que me hacía feliz y donde me sentía protegida para en cambio mudarme a una casa sin terminar, llena de deudas y sin mucha perspectiva de ser terminada en el futuro. O sea, es tan absurdo todo, mas o menos lo puedo soportar, tampoco es que estamos viviendo en una villa miseria debajo de una autopista, pero cuando me felicitan por el cambio no lo puedo soportar. Es toda una situación absurda donde la persona se da cuenta de que todo está mal, yo no tengo ganas de explayarme en todos los detalles de este quilombo y lo único que quiero es que se vayan. Al final los chicos jugaron muy bien, yo terminé 36 flores que me ofrecía a hacer en un momento de debilidad para la clase de baile de Lulu y mas o menos comimos, sin demasiada organización. Luego los bañe, la despiojé a Lulu y entonces empezó la saga de ponerlos a dormir. Yo tenía que hacer el pan, porque no hay y hoy no tenía que darles para la vianda y no quería dormirme con ellos, que es lo mas fácil. Les dije que cada uno a su cama y que les leía un cuento, pero Lulu empezó a quejarse de que no veía los dibujos. Yo me saqué otra vez. A veces siento que no puedo con tantas pretensiones, con su falta de cooperación. Porque no va a la escuela como todos los chicos en bici? Y se vuelve? Y se duerme sola luego de un cuento? Fué un momento duro, porque Lulu contrataca, y lo hace muy bien. En un momento le dije algo como anda a lavar los platos vos y la pendeja se levantó de la cama para ir a lavar los platos. No afloja. Yo desesperada porque en  el medio de toda esta discusión recordaba que mi objetivo era que se durmiesen temprano, no que a las 8 y media de la noche Lulu lavase platos como venganza de que no le leo hasta que se duerme. Al final le expliqué la situación y le dije que ella propusiese una solución. Propuso que ella se dormía a mi lado, mirando los dibujos del libro, y luego yo la llevaba a la cama.  Yo no la puedo llevar a la cama, pesa mucho, pero además no puedo leer 40 minutos, porque yo me duermo, con la casa en un estado catastrófico. Al final ya ni recuerdo lo que pasó. Ella vino a mi lado mientras leia el libro de Pepe, luego se acostó al lado de Pepe y yo le leí de su libro, que no tiene dibujos y al final se durmió. Estamos las dos angustiadas. Ayer me enteré que un día unos nenes la jodían y que la escucharon decir -Me quiero volver a América- y sigue preguntando cuanto cuesta su escuela, para que ahorremos ese dinero y ella se ahora ir a la escuela, que evidentemente no le gusta. La conclusión es que a Lulu le falta atención, que yo no se como darle, por falta de tiempo y energía. Llevarla a la escuela sigue siendo un desafío que no se como solucionar. Ayer, en el confuso episodio nocturno me dijo esto -Quiero ir a vivir con papá- acabo de recordar. Luego lo modificó un poco, porque supuestamente su padre vive aquí y dijo algo como -quiero irme a trabajar con papá- Yo ya a esa altura había dejado de contestarle. En el medio de todo ese quilombo Pepe extendía su manito para acariciarme, con una mirada llena de amor y compasión, exactamente lo que necesita una persona angustiada. Lulu, en cambio, soy yo.