Jamás sueño, o lo mejor dicho, sueño muy raramente, o bueno, supongo que debería decir, muy raramente recuerdo mis sueños.
Ayer en la víspera de mi cumpleaños soñe que volvía de correr una maratón con una señora que es un poco mi amiga, el más pequeño de sus tres hijos, y mis dos niños. El auto en dónde veníamos arrastraba un acoplado y era un auto grande. Veníamos bajando una cuesta empinada y en eso me dijo que teníamos que parar porque venía un tren. También empezó a llover. Ella díó la vuelta con el auto y empezamos a recorrer un camino muy angosto y empinado, el auto se empantanaba. Encontramos un casa al final del camino, pero no había lugar para dar la vuelta, entonces yo me bajé del auto para limpiar el camino. Mientras estaba limpiando la señora también se bajó del auto, el que empezó a desbarrancarse cuesta abajo con los tres niños asegurados en sus asientos. Yo empecé a correr detrás del auto que se desbarrancaba sin control hasta que lo perdí de vista. Seguí corriendo desesperada hasta llegar al punto de llegada de la maratón donde se me informa que todos los niños están muertos.
3 comments:
cómo te despertaste de este sueño?! creo que estos sueños terribles son buenos, el proceso de lo que nos pasa de manera condensada. después, se avanza. besos
¡Qué angustia! Coincido con la Cronista. Yo tampoco suelo acordarme de mis sueños, de los que me acuerdo coincide con los días de menstruación. Un abrazo, espero que puedas descansar bien esta noche.
natalia
Qué sueño más espantoso, sin palabras. LO bueno es que, por más casa sin terminar y montaña de tierra afuera, nada así sucedió, los chicos están bien y muy felices. Ashiku
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