Friday, July 24, 2015

niños modelo

Supongo que me siento mejor, esta semana logré coser un vestido y un caballito. Un pegaso unicornio de fieltro que me tiene loca de amor. El vestido en realidad no está terminado, le falta un par de costuras, pero generalmente pospongo esas últimas costuras, el momento de la verdad, me da un poco de vértigo probarme el producto final. Por eso supongo que soy mas de coser cosas que yo diseño, porque el producto lo voy probando de a poco, sale mas orgánico. 

Son las 10 y 40 de la mañana de un sábado que no puede ser mas perfecto, y no es una excepción. Las mañanas de los sábados y los domingos suelen ser perfectas. Yo coso, cocino desayunos, pienso y dibujo, ellos juegan o miran cosas en el ipad. Lulu y Pepe pueden jugar por períodos muy largos en armonía, y la felicidad que esa armonía que me produce no puedo ponerla en palabras. Me encanta escuchar esos dialoguitos mientras coso o bordo.

Hoy también sucedió que Pepe me pidio una omelet y cuando eso sucede, cuando puedo compartir la comida con alguien de mi familia me siento realizada. Hoy hice una omelet con queso y tres huevos y corté un pepino y unos tomates y luego Pepe me pidió mas pepino. Luego me fué pidiendo mas omelette, le fuí haciendo tres huevos mas. Cada vez lavé las cosas y las fuí ensusiando nuevamente. Pensé en decirle que basta, 4 huevos parece mucho para un nene que pesa 20 kilos, sin embargo ya tengo experiencia que los chicos tienen hambres (o al menos los mios) esporádicas. Una vez cada tantos meses devoran algo. Y es lógico, deben estar necesitando materia prima para un estirón. 

Lulu y Pepe me estan ayudando mucho en la casa. Pepe siempre fué mucho mas de ordenar, creo que le gusta, o tiene talento, ni idea, pero es del chico que le decís -ordená y luego comemos- y en un segundo está todo en su lugar. Con Lulu no pasa mucho eso, o tal vez recién ahora, y el peligro es que decida hacer algún orden épico que incluya por ejemplo sacar toda la ropa del ropero y reordenarla, y que se aburra en la mitad y que el resultado sea un caos indescriptible, aunque la última vez que lo hizo completó su orden épico perfectamente.

Lulu está haciendo cositas, como poner la ropa en el lavarropas. Yo le pago centavos o un shequel, en realidad a Lulu el dinero y las cosas no le interesan, creo que le gusta el jueguito de introducir monedas en el frasquito que le hice. Pero yo creo que es excelente el aprendizaje, va aprendiendo sobre temperatura, ciclos, jabones y suavizantes. Es increible todo el conocimiento que se puede introducir con una máquina de lavar sofisticada. Y es increible como cambia la experiencia de ser ama de casa tener esas pequeñas ayuditas, que a veces es ayuda real y efectiva y a veces es companía, pero una no se siente ya una esclava. 

Hoy MM salió temprano, ni lo vimos. Pepe se despertó y quiso que yo me levantase con el. Yo tenía ganas de remolonear un rato, así que en chiste le pedí un café. Bueno, me dijo, y bajó decidido. Creo que Pepe es así, ninguna tarea lo amedrenta. Fué y buscó una taza, y puso agua de su botellas y luego encontró el café y ahí bajé yo y lo ayudé a hervir el agua. Supongo que un niño de menos de 4 no puede hervir agua para hacer café turco. Igual el gesto me llenó de amor.

Al final la semana que MM vino a ayudarme fué una catastrofe, los chicos enloquecen con el cambio, creo que la ayuda tiene que suceder que el viene y yo me voy. Creo que también están agotados con tanta pileta y excursiones. 

Mas adelante, cuando MM salga de este brete de trabajo donde está metido supongo que podemos compartir tiempo juntos y que nos salga mejor.



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