Avistaje de un puercoespín

Me duele la cabeza, no entiendo por qué, en realidad no me duele, sino que que me siento con una leve resaca, pero la última vez que tomé alcohol fué hace una semana. Creo que es el calor. Nuestra casa es sumamente agradable, y es una de las pocas sin aire acondicionado. Sin embargo la temperatura es alta. El aceite de coco que suele estar en estado sólido está líquido, la manteca la sacás y se ablanda en minutos. Ayer fuimos a la pileta y soplaba un viento caliente y lleno de polvo. Luego fuimos a lo de mi nueva amiga. Tal vez ese es el origen de la resaca: la intensidad de la conversación. Las dos queríamos tomar un vino pero ella no puede, si lo hubiesemos tomado hoy le atribuiriamos a el la resaca. A la vuelta, tardísimo, eran mas de las 8 de la noche, y creo que mas bien cerca de las 9, veníamos en nuestras bicis, Lulu y yo, Pepe en el asiento atrás, bostezando, y en eso vi un puercoespín salvaje, enorme, grande como perro de tamaño mediano, aunque bajo y mas ancho, por las espinas. Andaba muy campante por el barrio y se metió dentro de un jardín. Lo quisimos perseguir para mirarlo mas, pero a mi me dió miedo de que atacase a Lulu. Que rara es Lulu, hay cosas que le dan miedo y cosas que no, por ejemplo perseguir un animal que tiene espinas de 20 cm en la oscuridad no la amedrenta. A Lulu le da miedo la violencia humana, y supongo que tiene toda la razón. Y que raro son los puercoespines, un día le voy a sacar una foto a una de las espinas, las uso mucho como herramientas, me las encuentra en el desierto una amiga que camina (yo voy demasiado rápido como para detectarlas), para darles una idea de su tamaño. Como será andar por la vida lleno de espinas?, como hacen para coger?, para cuidar a la cria?. Como me gusta cada tanto ver estos animales raros que nos rodean, como cuando vi a una araña camello, la que en realidad no es una araña, sino una especie de escorpión gigante, del tamaño de una mano, muy peluda, que además anda a una velocidad impresionante. La vi un día cuando volvía de almorzar, yo iba en bici, la vi en el descampado que hay cerca de la pileta. Me puse a perseguirla con la bici, muerta de miedo y de curiosidad. Supongo estos animales me recuerdan que estamos rodeados de rarezas, me recuerda que la ficción con la que me gusta rodearme es solo una ventana hacia la realidad. 

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D.