Cambié la rutina y ahora Lulu volvió a ir sola a la escuela. Mientras dure la construción, y quien sabe si luego no habrá otra construcciones, estoy a cargo del transporte de los chicos mañana y tarde, y acompañarla significaba demasiado estrés. Lulu necesita mucha ayuda para prepararse por la mañana. Lo único que hace en forma efectiva es lavarse los dientes, todas las otra actividades le llevan horas. Resulta mucho mas fácil vestirla como a un bebé que perseguirla y pedirle mil veces que se vista. Pero bueno, supongo que en algún momento aprenderá a manejar los tiempos, aunque, para ser francos, yo a los 45 años, tampoco es que los manejo muy bien. Por suerte hubo este período en que fuimos juntas así que tengo confianza que se maneja bien con su bici nueva.
Luego que Lulu se va, Pepe mira una peli mientras yo me visto y baño y sigo preparando desayunos, pero esta vez tranquila. Luego lo pongo a Pepe en el asiento de atrás de la bici y nos vamos. Pepe me charla todo el tiempo y la verdad, es un momento mágico. Tiene una forma de conversar que me resulta interesante, o placentera. Vamos por el desierto y me va comentando sobre lo que ve, lo que dijo, lo que quisiera. Hoy me dijo que le agarrase la mano y que el me iba a dar muchas fuerzas, por que había comido mucho y tenía de sobra. Tal vez me dijo eso porque ayer me dió un cansancio atroz. Me dolía el cuerpo de cansancio, pero la casa era un desorden. Ayer le quise enseñar a andar en bici sin rueditas, pero por otro lado tal vez sea una mala idea. Estas conversaciones las tenemos en gran parte porque el va sentadito atrás. Tal vez sea mejor también que de el salga la iniciativa de aprender a adar sin rueditas.
1 comment:
una locura la rutina de la mañana. yo escapo al trabajo seis y media y mi marido se encarga de los dos niños, pero las pocas veces que me ha tocado, es una tarea agotadora!
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