Ahí está Messi, lavándome los platos. Un suceso aislado, ultimamente me está costando mucho que me ayude a levantar la mesa y esas cosas. Aunque para que esto suceda una necesita mucha energía, mas de la que una necesita para hacerlo una misma, aunque ayer le pedí a Lulu que levantara la mesa y me ayudó sin chistar, y eso que estaba agotada. Ayer la acompañe en el colectivo ese que la lleva a un lugar aquí cerca donde hay todo tipo de actividades. Al final la clase esta de danza va a suspenderse por falta de interesadas, pero bueno, ayer mencionó que le gustaría hacer algo relacionado con música, y Lulu es muy musical, así que tal vez todo este esfuerzo esté abriendo puertas. Así que ayer salí antes del trabajo, lo que implica toda una serie de malabarismos y luego intenté trabajar un poco mas con Pepe a la rastra, lo que es agotador. Lo dejé en el parque al cuidadod de una mamá y fuí corriendo a terminar un experimento y volví, y compré cosas y luego la fuí a buscar a Lulu y cuando llegué a casa llegué casi llorando de agotamiento, físico y mental, con dos chicos agotados. La peor combinación. Pero logré poner sobre la mesa una cena muy razonable y logré lavar los platos y todo transcurrió mas o menos bien, excepto unos gritos horribles que me salieron, debido a la angustia de que Lulu no come.
2 comments:
a mi también me salen esos gritos horribles de vez en cuando, y no es por justificar, pero es el agotamiento y los malabarismos. yo intento no pasarme de rosca para que no salgan, pero es muuuyyy dificil.
Los gritos por agotamiento... Todas los damos.
A mi me da curiosidad ese trabajo flexible que te permite ir y venir con la prole. Quizás un día quieras contarlo.
Sol
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