Friday, July 04, 2014

Mi hija la matemática


Esta fué la última torta de la tanda de tres y ahí ya me había agotado. Sin embargo me esmeré en las proporciones y la hice alta y angosta, como está de moda ahora. Las tortas angostas y altas son dificiles de hornear, no tengo mucha idea de como la hice, solo de que usé una torta de chocolate a la que me he aficcionado, que sale firme. La puse en una olla, porque no tengo molde angosto, y usé dos tercios de la receta. Creo que puse el horno bajo, tipo menos de 170. Cuando Lulu la vió, el día del cumple de esta torta, en el que ella ya también estaba agotada de la suceción de fiestas de toda calaña, se indignó, que es esta torta del color de la caca dijo. Le expliqué que el plan era cubrirla con masa de azucar, que todavía tengo de cuando hice la torta azul de dos pisos para la mermaid. Que color, preguntó y se empezó a entusiasmar. Blanco, porque no tengo colores (los colores para masa de azucar son pastas especiales, no el colorante que se compra en cualquier supermercado). Me quiso ayudar a estirarla pero no la dejé. Una de las claves de la maternidad es saber juzgar rapidamente cuando la ayuda es bienvenida o no. Así que en unos 15 minutos fuí capaz de cubrirla. Mientras tanto había preparado buttercream, e hice dos pequeños montoncitos, uno lo teñí de rosa, el otro de amarillo, y los puse en los paquetitos donde viene el azucar impalpable y se los dí a Lulu para que decorarse la torta, junto con los restos de masa de azucar. Ella hizo todo este trabajo que se ve vagamente en la foto. Sin hacer un solo quilombo. Además agarró la masa de azucar y logró hacer un montón de estrellitas y corazones, que luego decoró. Yo tuve la idea de poner algunos en escarbadientes y fueron un hit a la hora de decorar la torta. En fin, de ahora en mas no necesito decorar mas tortas, tengo decoradora. Sigue sin saber cuantos años tiene, pero al menos se puede ganar la vida decorando tortas (aunque para cocinar hay que saber hacer cuentas.....)

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