Ayer la señora que lo cuida me dió un sermón de como 15 minutos diciendo que Pepe está inaguantable. No lo dijo así porque la gente se censura mucho, pero estaba clarito. Un poco por culpa del padre, que lo llevo cargado de facturas de chocolate. Hay que ser boludo. La señora se esmera en darles de comer sanito y este hombre lo manda con cargado con el peor junk posible.
Parece que el problema es que se enoja y no hay forma de hacerlo salir de su enojo, y la señora se pasa las horas discutiendo con el. Le pregunte a la nenita que tal había estado Pepe y me dijo -enojado-
En casa no está enojado, o no mucho. Se enoja cuando lo llevo a casa derecho después del jardín, pero se le pasa.
Estamos yendo mucho a la pileta, Lulu tiene lección de nado dos veces por semana, y yo aprovecho que hay mucha gente que la puede mirar mientras está en la pileta grande y yo me quedo en la pileta chica con Pepe. Hace ya unas cuantas veces que se mete feliz. Salpica mucho a los otros chicos, pero yo creo que quiere jugar. Que se yo. Ayer estaban Lulu y Pepe en la ducha afuera, cada uno en su palangana y este piel de judas dele tirarle pedregullo a la pobre Lulu. Querría jugar? Yo insisto en que si, aunque noto que empiezo a parecer un poco ridícula.
En la pileta se niega a ponerse la malla y se niega a ponerse flotadores. Ayer sin embargo, consintió en ser metido en la pileta grande. Si se metiese en la pileta grande con flotadores nos haría la vida mucho más fácil a todos, porque yo podría pasarla mejor, Lulu estaría mejor controlada, en fin.
Ayer cuando llegamos me pidió comprarse un helado de agua. Le di cuatro shequels y le dije que fuese a comprarselo solo. El kiosko queda a la entrada, es muy cerca de donde yo estaba sentada. Quería que lo acompañase. Yo me negué y me negué. No le compro el helado de agua con mucho placer, así que al menos que practique su independencia. El insistió e insistió. Logró llegar a medio camino, pero de ahí se volvió. Al final se enojó y tiró las monedas a la mierda. Luego siguió insistiendo. Al final accedí, pero no teníamos plata para comprar el helado (no pudimos encontrar las monedas que tiró al pasto), así que se compró un chupetín.
Cuantas veces le digo que no a Pepe? Casi nunca, creo yo. Decirle que no es perder. Es extremadamente cabezón, lo mejor es eliminar el problema.
Con respecto a la malla no le insisto, le pregunto si quiere ponersela, dice que no, listo, terminada la cuestión. Tiene dos años, no me parece grave que esté desnudo. Con respecto a lo de los flotadores tengo la esperanza que un día decida ponérselos solos, mientras tanto yo me la banco vigilándolos a los dos en diferentes piletas. Es probable que si le dijese algo asi como que si no se pone los flotadores nos vamos de la pileta nos tengamos que ir de la pileta, y me parece muy injusto para Lulu.
No se. Creo que la señora está un poco agotada. Tiene hace unos meses un grupo de cuatro, un bebe bastante hincha, uno de un año y pico, una nena tipo ángel y Pepe el cabezón. Te la regalo.