Un día particularmente hiperactivo.

Que día el día de ayer. Salí en la bici, laburé mucho, en el medio estuve dos horas hablando con el banco, haciendo el jueguito israeli del poder y el patoteo. Todo trámite se hace a costa de patoteo. Quedé tan de cama que pensé en ir a casa a recuperarme, y en realidad fuí y me duché, había estado montando un panel afuera con algas, y es bastante trabajo físico. Ayer también cambié de trabajo en el medio del día, eso me complica, aunque parece que me estoy acostumbrando. Luego los saqué a los chicos del jardín y los puse a mirar películas. Adelanté un poco el doblado de ropa, que viene atrasadísimo, había una pila de ropa en la mesa.  En media hora le cosí un bolsito a una amiga de Lulu, luego le cosí el bolsito a Lulu. Luego hice alfajores, mechado con darles de comer y bañar a mis dos amos. Mientras tanto, MM pudo mandar los planes de la casa al ingeniero, amén de estudiar y adelantar sus otros trabajos, y terminó sus dia preparando 5 tarjetitas de agradecimiento a todas las maestras (5). Putié mucho con toda esta historia de que en el jardín organizaron toda esta parafernalia, pero la verdad que quedé chocha con el resultado, es una bolsita para poner el sanguche que hace de individual o de servilleta. Yo tenía todo un plan mas sofisticado, bordar una princesa, canutillos y zaraza, pero estamos tan atorados que se nos escurrió el mes y llega el cumple de Lulu que coincide con las festividades de fin de año, y no nos dimos cuenta. Yo estaba segura que todo esto sucedía la próxima semana. En fin, ninguna pricesa, pero igual quedó lindísmo. Un día de esto ilustro todos los post, cuando llegue al acto de bajar fotos de la cámara. También llego la compra. Luego pusimos a dormir a nuestros amos, tardísimo, y miramos Lui, Me desperté y otra vez agarré la bici y fuí a hacer mi trip matinal. Logré bajar casi 10 minutos, un montón. Creo que lo estoy haciendo en 52 minutos, y la velocidad a la que voy saltando las piedras es infernal, me hace un reset completo, todo loop mental se corta, solo pienso en tomar la próxima curva, la próxima subida, la póxima piedra sin romperme la crisma. Luego termino con mi entrenamiento cirquense, y hago un par de kilómetros sin manos, en una zona relativamente chata y sin piedras. Me siento tan orgullosa, un triunfito contra la degradación y la muerte. No is ninguna sorpresa que Pepe llega la hora de dormir, luego de que corríó horas y horas, y salta en la cama. Tiene de donde salir toda esa hiperactividad.