Vengo de andar en bici. Ultimamente no corro mas, correr es para el invierno, la bici para el verano. Hago siempre el mismo recorrido, bajo al valle, luego hago unos 3 kilómetros bordeando el río, luego la subida del demonio, que ahora estoy haciendo ya sin pensar, y con cambios más altos. Hay en el medio una bajada que generalmente me llena de pánico y que tengo que obligarme a tranquilizarme y a respirar para combatir el impulso de bajarme de la bici. Hoy la hice sin darme casi cuenta. Luego de subir a la cuesta del demonio el camino cruza un plató, el que hago sin manos, muy contenta de mis avances como equilibrista.
Se ve que soy el tipo achiever, esa clasificación americana. Necesito sentir que hoy hago algo mejor que ayer. Que absurda soy.
Fué una semana complicada. Muchas interacciones con los habitantes del caserío, overwhelming. Traté de organizar clases de natación para Lulu y se complicó infinitamente. Al final la profesora tiene problemas con el seguro, así que no se cuando empezaremos.
Lo llevé a Pepe un día a la plaza y casi me pongo a llorar. Pepe quiere jugar con cada juguete que ve y yo tengo que ir y negociar con los dueños, tanto el nene como con los padres. Luego está la tentación del supermecado. Y la plaza suele estar demasiado llena de gente. Ahora entiendo a los padres que no pisan la plaza ni por casualidad. Por eso tenía tantas ganas de que empezacen las clases de Lulu en la pileta. La pileta se ha tornado en un mejor lugar. Hay menos gente, no hay supermercado (aunque venden helados de agua y Pepe puede pasarse horas tratando de convencerme que le compre helado) , es mas fresco, aunque ultimamente he optado por no sacarme la ropa. Pepe no se mete en la pileta, apenas los pies. Pero Lulu la pasa genial, especialmente si hay alguna amiga. Le gusta mucho el agua a Lulu. No es fácil encontrar actividades que nos hagan felices a los tres.
Esta semana también la llevé a Lulu a la obra de teatro. Lulu ama el teatro, se hipnotiza. Generalmente entra sola y yo espero con Pepe afuera en el parque, donde siempre organizan juegos y venden tortas. Esta vez traté de llevar a Pepe, duró 10 minutos dentro del teatro. El actor dio un spech de 10 minutos, a mi también me aburrió la verdad. En fin, que Pepe se me escapó, lo encontraron lléndose hacia el supermercado (mi teoría es que se iba a comprar una cosa que le había negado el día anterior, ya lo he pescado recolectando moneditas por la casa y hablando de comprarse unas juguetes de plastico llenos de caramelos que le vengo negando hace rato). La madre que me lo trajo con la mirada de reprobación correspondiente. Luego Pepe no respetaba los turnos de saltar en los cosos esos inflables y tenía que ir a sacarlo, haciendo equilibrio por el colchon, con el chico rebelde en brazos y unos 50 espectadores. Volví de la obrita de teatro en un estado calamitoso.
En fin, y ayer los llevé a otra actividad. Por que no los traigo a casa y se terminó? La verdad es que a veces es superplancentero en casa, cuando no se pelean (está sucediendo mucho, que se pelean, y es agotador)
Pero con todo este agotamiento me arreglé para coserle un vestido hermoso a Lulu, con pollera plato, muy Mad Men. O será por ese vestido que me agoté tanto?
2 comments:
Y la foto del vestido??
Argentina en Boston
ja, yo también quería foto.
no fue el vestido,los pibes agotan!
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