Pepe y su bici y los terrible twos

Ay, Pepe Pepe, que encantador puede ser por momentos y que caracter podrido tiene. Aquí fue un dia que se chocó esas flores andando en bici y todos nos reímos mucho, incluyéndolo. Pero con un leve cambio de circunstancias le podría haber dado un ataque de rabia, entonces hubiese tirado el casco al piso con gran despliegue de ira, la bicicleta a un costado, y se hubiese ido caminando moviendo los brazos vehementemente  hacia adelante y hacia atras, como si fuesen piernas, en una forma que viene de mi abuelo paterno, pasando por mi y por mi mamá. Creo que la ira fácil también viene de ahí. Entonces yo, la mama-sirvienta, pongo la bicicleta en mi triciclo, y lo sigo. Hasta que a mi me agarra mi propio ataque de ira y lo pongo en la caja del triciclo.

Ultimamente no lo dejo ir en bici al jardín. Es lejos, y frustrante, y los ataques de ira suelen suceder, sin embargo avanza mucho con su bici, creo que ya sabe usar los pedales para frenar lo que no es fácil. En el camino hay varias partes donde hay que ir por una especie de empedrado que es muy difícil, pero no me deja empujarlo. Asi que se desmonta y empuja y gruñe y lo logra. Lleva tiempo, eso si, y yo veo como los minutos pasan, minutos en que tendría que estar trabajando.

Es también un período que está pasando, los terrible two. Ayer se tiró en el piso del super, llorando porque no quería que le comprase un helado de agua sino un cucurucho de chocolate. Creo que voy a optar por no ir al super con los niños por unos seis meses, y si voy con ellos no comprarles nada, porque Pepe no sabe negociar. Es todo o nada para Pepe.