Estos dias

Estoy bien, contenta. Empecé hace tres días a destetarlo a Shem. El primer día se despertó a medianoche. Creo que no lloró ante mi negativa, sino que se enojó, me pegó unas patadas, y se pasó dos horas tratando de dormirse de vuelta. Los dos nos desvelamos. A las 4 se despertó nuevamente y me trató de morder, pero se volvió a dormir mas rápido. El segundo día fué mas facil, ya no se enojó ni lloró. Ayer, la tercer noche, ya no se despertó a medianoche sino que se despertó a las 3 y media. Me pidió humildemente teta y le negué, le dije que de noche no. Me costó negarle, pensé, pero si son casi las 4, en un rato amanece, no es acaso casi de dia ? Se lo tomó con calma. Me daba besitos en la nariz y nos la pasamos franeleando hasta las 5 en que dije basta, este chico no se vuelve a dormir y decretamos que el día había empezado.

Yo logré pensar un poco las cortinas, puse unos ganchos para calcular su ancho y salí una hora a andar en bici por la montaña.

Ayer logré un avance en la rutina. Los saqué de sus jardines, los llevé al parque y a las 5 y pico los llevé a casa. Preparé una comida rica, una salsa de espárragos y una pasta. Comimos y MM se fué porque está organizando unas charlas. Luego de comer juqué a las cartas con Lulu mientras Pepe nos saltaba arriba de la cabeza. No logro entender la mente de Lulu. Todavía no reconoce los números, sin embargo reconoce un montón de cartas de un juego bastante complejo que se llama Taki.

Como parece tener tan poco poder de concentración me preocupa que sufra en la escuela por su aparente dificultad con los números, por eso pense que si jugamos a las cartas por ahí los aprende. En cierta manera me gustaría que Lulu fuese una negada para los números. Creo que eso facilita la vida, queda el arte, el baile, ciertos oficios. Las limitaciones, bien entendidas, ayudan a vivir. Yo no supe ver mis limitaciones, era buena para el lenguaje, la matemática, las manualidad, eso me confundió, todos confundimos mis limitaciones con haraganería.

Pero claro, que sea negada dentro de ciertos límites, que no sufra en la escuela porque no sabe hacer una división, por eso estoy tratando de que aprenda los números de alguna forma creativa. No sabe cuantos años tiene. Le preguntas cuantos años tenes y te dice que no sabe. Pero estoy segura que si le decis que puede agarrar 5 caramelos si sabría.

A eso de las 6 les dije que si querían ver una película tenian que ordenar, y, aunque a regañadientes, ordenaron. Espero persevar a ver si les inculco un poco el arte de ordenar. Luego película, luego cuento y antes de las 8 están durmiendo.

Le festejamos el cumple a Pepe. Le hice una torta con forma de colectivo que causó gran sensación, aunque salió muy insulsa y seca. Hice el bizcochuelo con la receta de doña Petrona, que creo que no es la primera vez que me sale mal y creo que es porque no cerní la harina como se debe. Fué una fiestita linda, a Pepe le gustó mucho, a Lulu también.

Estoy tan cansada que me siento como borracha. No es que me sienta mal, pero siento que la realidad me pasa por el costado.