El post de Beti me dejo pensando en MM, y en la vida regida por el sentido estetico. Nosotros vivimos bajo la dictadura de la estetica, pensaba ayer, y siempre, es un pensamiento muy recurrente.
Por ejemplo nuestro cerco es una cosa rarisima que se le ocurrio a MM, y que yo combati, porque por principio me opongo a las ideas raras a la hora de la construccion, mejor ir a lo usado y probado por generaciones, aunque eso pueda parecer ridiculo viniendo de alguien que tiene una casa pasiva e innovadora. Pero bueno, no puedo vivir combatiendo todo, hay cosas en que tengo que ceder, ademas me gana por cansancio, porque la energia del buen hombre es rayana con lo fantastico.
El cerco es una coleccion de two by twos pintados de blanco, cortados a diferentes alturas y clavados en la tierra a diferentes angulos, un poco imitando a un pastizal. Es un poco una evolucion de los palitos rojos que estan en las macetas del porch y que resultaron un exito total. No se si me gusta del todo, tampoco esta terminado, y supongo que se necesita un cuidadoso ajuste de las alturas de los palitos, tal vez otro color (yo queria rojo, MM dijo blanco), y ajustar tambien las plantas que rodean la casa.
Pero el cerco este tiene un gran problema: una nena de 3 lo traspasa como quiere, asi que no puedo dejarla corretear por el jardin.
Eso pensaba ayer, mientras la trataba de cazar en el patio del vecino. Si no viviviesemos regidos por la dictadura de la estetica la podria dejar vagar y entretenerse y sentarme un rato a mirar Mirta Legrand.
Lo mas curioso es que mi papa tambien nos impuso la dictadura de la estetica, asi que no es casualidad que yo fui y me busque uno con el mismo problemita. Bueno, como a las que le pegan de chicas que van y se encuentran un marido pegador.
Pero despues lo que hay que evaluar es cuanto vale despertarse y estar rodeado de belleza, o llegar a una casa que es pura belleza. Que se yo.
Pero volviendo a mi monotema, la nena parece qeu se descolecho. Ya van tres noches que duerme en su colchoncito. Se lo acomoda con sus trapitos y mantitas y lo pone al lado del padre, en el espacio que queda entre la cama y la pared.
Y ahora el gran dilema, sigo pintando la baranda de la escalera o la llevo temprano a Lulu al jardin?
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