los ojales

Fue un fin de semana largo y complicado, con momentos de desesperación. El primer día MM vino al mediodía, y le agarró un ataque de limpiar. Yo llevé a los chicos a la pileta y cuando vino a abrirme la puerta tenía la cara desfigurada por el mal humor. Por que el mal humor- le pregunto y me dice -Por que tu mal humor?- Es algo que hace a menudo, así que ya no me irrita tanto, pero la verdad que todavía no se como pilotear esta situación, de tener en la casa un adulto extremadamente mal humorado y que no explica que es lo que le pasa. No se si es que no tiene registro de sus emociones o que no puede reconocerlas, como que tiene la esperanza de que si las niega van a desaparecer. En fin, que limpió y ordenó como un poseso, y no es que la casa estuviese tan fuera de control, pero bueno. Al final estaba tan de la cabeza que yo le dije que yo no pensaba cenar con el en ese estado, porque me iba a caer mal la comida y entonces se calmó. Comimos en bastante armonía, pero luego, cuando puse a dormir a los chicos me dormí con uno de ellos, y ese fué el final de la noche. 

El segundo día MM empezó a construir la puerta, tiene que estar lista porque este fin de semana festejamos el cumple de Lulu.

Esto lo escribí hace un par de días, en el interín me avivé de que el cumple de Lulu no es este fin de semana sino el otro.

En conclusión el fin de semana me di cuenta que MM tiene una especie de problema con gente en la casa. Yo pensaba que su problema era con una amiga específica, pero el fin de semana vino un chico de visita, un amigo de Pepe, que vive en Tel Aviv. La mamá estuvo aquí cerca por un curso de acroyoga de varios dias y lo dejó a pasar el día. MM se fué, con aspavientos, porque no podía hacer la puerta con tanta gente en casa. Y yo me quedé con una gran angustia, por un lado quiero que la casa avance, pero tampoco quiero quedar tan aislada. Por un lado me aprecio este aislamiento porque no hay duda que incrementa la productividad, y yo quiero producir. Pero no quiero convertirme en un MM, y la verdad es que cada vez adquiero mas características de el. 

Una de las cosas mas curiosas que pasan con MM es que ultimamente me recrimina que no quiero estar con el. Yo quedo pasmada ante semejante aseveración, es como que aplica que la mejor defensa es el ataque : no está nunca, ergo me recrimina que no quiero estar con el. Este fin de semana me preguntó si me quería divorciar, y le dije que si, que así no podía vivir: no está casi nunca y cuando viene me patotea? Y creo que eso lo calmó. Luego hicimos las paces, la puerta fué terminada (aunque le erró y tuvo que cortarla o algo).

 Los chicos fueron ángeles un día y al dia seguiente demonios. Yo quise que jugasen, ellos querían ipad, al final cejé. Y cuando lo pusé a Pepe frente a la pantalla y le di de comer, comió sin parar por un par de horas. Le daba otra fruta, y otra fruta, y otra milanesa y otra fruta y yo pensaba que iba a reventar. Creo que en jardín come mejor y los días que está en casa medio que prefiere hacer otras cosas y come lo mínimo. Pero, claro, tres dias son muchos días. 

Este fin de semana los chicos y MM se van a Jerusalem y me dejan sola. La sensación es mezclada, por un lado creo que necesito un poco de libertad, pero me da miedo. Es algo muy curioso. Es como que los chicos, con sus constantes demandas y múltiples horarios nos dan un marco muy saludable. Nos quejamos permanentemente, pero creo que nos salvan. Dicen que la gente que tiene perro es mas saludable que la gente que no, eso leí por ahí, hay que sacarlos a pasear, un poco hay que caminar, bueno, entonces los niños son como el perro al cuadrado.

El cumpleaños de Lulu es como la espada de damocles sobre mi cabeza. 

Hoy estuve cosiendo una camisa que estoy reformando y que requiere ojales. No he cosido todavía demasiados ojales en esta máquina. Cuando recién la compré probé un poco y me decepcioné, pero no quise seguir probando porque no quise decepcionarme mas. Yo quería comprar una máquina que cosiese buenos ojales, al final la máquina me la compré sin hacer todas las pruebas que hubiese querido hacer, porque me di cuenta que si no me la compraba en el momento que me la compré nunca me la iba a comprar. Hasta ahora no me ha decepcionado y no me arrepiento ni por un segundo, pero hoy no me quedó otra que probar con los ojales. Al principio no lo logré y en mi cabeza empezó a correr una película con todas las implicaciones de que la máquina estuviese fallada. Mi me mente se convirtió en una especie de gorda gruñona frustrada mal humorada, una "te lo dije" insoportable, todo esto mientra leia el manual medio dormida sin entender mucho. Era cuestión de bajar una palanquita. Que feo tener esta actitud que tengo frente a la vida. Con todo lo que lo critico a MM, el esta hecho para la felicidad, para el optimismo. El nunca hubiese pensado que la máquina estaba rota antes de leer el manual. Creo que un poco Lulu sufre con eso, varias veces me a recriminado que yo asumo negativas sobre ella.