Friday, December 25, 2015

Una muñequita

   

Si la nena me sale artista me perdonaré el fracaso que vengo sufriendo en el sector de los vegetales.

Un día en Tel Aviv

Ir a Tel Aviv fué como irme por un día a New York. Compré telas lindísimas, un jean finito que es un sueño, Moshe, mi vendedor de telas favorito, me regaló varios metros de lino con viscosa azul petróleo, cada vez entiendo más las posibilidades y limitaciones de Tel Aviv a la hora de comprar telas. Luego me pasó algo lindísimo: fuí al negocio de arte al que suelo ir, quería una caja de acuarelas buena, últimamente cuando tengo una idea la trato de dibujar, y resulta que tenían la oferta anual de todo a mitad de precio y me compré un set precioso a un precio buénisimo. Y otros tesoros increíbles. También me compré varias herramientas para la costura que me tienen chocha. Y comí tan pero tan rico, que casi muero de placer en el restaurant. Al final no me pude poner mi traje de astronauta porque no estaba listo. El chaleco lo corté, luego de horas pensando en que telas combinar, y cuando ya había cosido los costados me arrepentí y decidi que queria usar la tela gris al revés, donde tiene más textura, y es casi blanca, y tiene menos brillo. El bolso lo tengo bastante pensado, creo que podría salir espectacular y que podria abrirme el camino. Veremos. Igual me puse mi pantalón y me sentí muy bien con el. 




Monday, December 21, 2015

Puerta roja en casa blanca

 

Tenemos puerta. Un total de 4 puertas y dos ventanas. Es hermosa no? Es igual a la que tenemos en la casa del campo, antes de que mi viejo pintase todo de blanco, y por supuesto esta debe costar 100 veces más. Además es de esas puertas que se cierran solas, no entiendo muy bien cómo vamos a sobrevivir al hecho, hace 4 años que no cierro la puerta de la casa. 


Wednesday, December 16, 2015

atisbo a una mente febril

Como estoy atrasada en el blog de costura con un self-inflicted deadline creo que vengo y escribo aquí, porque yo creo que todo en mi funciona a base de procastinar algo y vivir en una nube de culpa.

El 22 quiero ir a Tel Aviv. Sola. Tomarme el colectivo a las 6 de la mañana en la ruta (la idea ya me asusta) y pasarme el día en la ciudad comprando materia prima para mis emprendimientos textiles. Tal vez me quede a la noche y me emborrache con mi amiga y me venga otra vez a la madrugada. Entonces mi cerebro febril elabora esta remota idea: necesito coserme un ajuar completo. Es como que cuando salgo a la ciudad me siento rarísima y quiero vestirme de una forma especial (hace rato que vengo pensando que necesito tener un ajuar especial llamado Tel Aviv que guardaría en una casa con tal nombre y que debo reservar para estas ocaciones). Tal vez es que siento que necesito una especie de traje de astronauta, porque de verdad es que salgo de mi atmosfera habitual. En fin, que mi cerebro febril elaboró esta idea imposible de que para el 22 necesito coserme

1-una remera blanca de manga larga,
2-un chaleco que vengo hace raro imaginando, gris de un lado y negro del otro, quilteado.
Los pantalones los tengo, los diseñé yo y son mi orgullo, creo que los mostré, vienen emvejeciendo re-bien, son nobles. Luego necesito

3- un bolso nuevo, porque mi bolso Timboktu murió luego de 10 años de uso. También, pienso, puedo coserme una vincha con flores de fieltro gris (aunque dudo mucho que me atreva a tanto desparpajo) y no contento con eso mi cerebrito tira la idea, ya vacilando, porque es febril pero tiene cierta compostura, y si aprovecho y me coso el corpiño que hace tanto vengo soñando. Seeh, el 22 nena, en una semana.

Monday, December 14, 2015

crecen

No se que me dió, un ataque de posts agudo. En realidad estuve con el teléfono sin internet, me gasté 6 gigas de internet en 20 dias. Pero bueno, que se yo, debe ser mi estilo, como con la torta de banana.

Dos cosas he querido contar. Una es que el niño dibuja y pinta. Hemos tenido varios momentos de bliss en que yo me pongo a dibujar o a pintar (he estado pintando y dibujando bastante ultimamente) y los dos niños se me suman. A Lulu siempre le gustó, pero Pepito tardó mucho en dibujar, y pensaba que no tenía ninguna inclinación, pero ultimamente estoy cambiando de opinión. Dibuja en un estilo distinto al de Lulu, la que pareciera tener una imagen clara en la mente. Pepito dibuja por aproximaciones sucesivas, un estilo en el que me reconozco.

La otra cosa que quería contar es que ultimamente me siento mas cercana a Lulu. Nos habíamos alejado. Me resulta difícil este nuevo medio de contacto que nos queda, que es la palabra. Los arrumacos ya nos quedan chicos, o grandes. A veces me dan muchas ganas de que se reduzca, de que se ablande,  de que vuelva a tener esa cualidad beberil que Pepe todavía tiene y que hace que al menos media hora por día nos la pasemos abrazados. Pero bueno, a las dos nos se nos da facil la palabra, pero vamos tratando y vamos teniendo un cierto exito.

El niño


El niño puede comer un helado cucurucho desfondado y no ensuciarse. Me sorprenden muchísimo estas cosas, tal vez porque yo creo que no podría  ni ahora, luego de 45 años tratando de ser mas pulcra. Pareciera que este niño es mas ordenado y que le importa bastante su apariencia. Al menos a la hora de vestirse tiene un montón de bemoles, aunque no termino de entender cuales son los factores que entran en la ecuación, es la comodidad? o es la estética? Le importa mucho que las cosas combinen, así que favorece mucho los equipos. Tenemos un equipo de Mesi que es un favorito, a veces me tiento en tirarle toda la ropa y conservar el equipo de Mesi. A la noche se lo lavo y se lo pone a la mañana, re Kondo. Ahora llegó el invierno y todo el mundo se abuchona, pero el niño insiste en ir de remera de mangas cortas y shorcito. Hoy se puso un buzo, como un gran favor, el que se sacó apenas entró al jardín. Yo no se que hacer. Me dijeron en el jardín que otros padres con problemas similares volaron la ropa de verano hacia regiones remotas de la casa. A mi esa solución me parece un poco drástica. Que onda si el niño en verdad tiene calor? Esdespués de todo el hijo de MM que nunca en su vida se puso una campera de plumón, ni cuando la temperatura bajaba a 20 grados bajo cero. Claro que siempre me he preguntado respecto a MM....es la comodidad? o es la estética?

La abuela se va de fiesta

 





drogándome con torta de banana

Desde hace ya casi un par de meses que dejé de comer glutén y productos lácteos, aunque en realidad debería decir reduje en vez dejé de comer, porque inevitablemente caigo en la tentación y un par de veces por semana peco en glutén o en lacteos. El plan es ir a una nutricionista, aunque a mi ir a un médico me lleva siglos, no se si porque adhiero al pensamiento mágico de que si uno no va al medico uno niega la enfermedad y la mantiene a raya o si porque evito cuidadosamente salir de mi caserío y de mi radio de confort. Creo que me gusta esto de no comer ni glutén ni lacteos porque adhiere un montón de novedad en mi vida. Al principio, las dos primeras semanas sin glutén, me sentí rarísima. Me dolía la cabeza, me sentía mareada, dormía menos, pero como todo eso pasó en una etapa emocional complicada vaya uno a saber. Luego está la novedad de que carajo uno come. Bueno, eso lo solucioné rapidísimo: como vegetales.  Una vez por semana me compro una caja de vegetales orgánicos (una de esas cajas sorpresa) y eso es lo que como, además de un montón de nueces y frutas secas, y frutas, y muchas legumbres y arroz. También traté de reducir el azucar. Dejé casi de endulzar el te y el café. Estoy un par de kilos mas flaca.

Ayer fué la primera vez que me hice una torta. Una torta de banana que una vez le cambié la harina común que indica la receta por harina de arroz y salió espectacular, esta vez le puse nueces varias y aceite de oliva  y salió deliciosa. Por supuesto me comí la mitad. Siempre que hago estos experimentos con la comida, porque me convenzo que hay algún elemento en particular que me hace mal, tengo la sensación de que lo que a mi fundamentalmente me hace mal es mi glotonería. Aunque la verdad es que la torta me cayó relativamente bien, solo que me desperté en la mitad de la noche (empachada supongo) y luego me volví a dormir y caí en un sueño soporífero y no he logrado despertarme. Creo que solo mañana me despertaré, hoy viviré en este especie de ensueño de torta de banana.

Casa vestida de negro

  
       



La casa interminable

Estoy abrumada. Harta. Y cuando trato de explicar la situación a mis amigas las canso, no logran comprender. Hablo de la casa, la casita, na...