Friday, September 13, 2013

momentos cúlmines

Estoy posteando desde el patio, mientras amanece. Hay una nube que impide ver el sol cuando sale, que es un gran momento. Iba a decir, sale como una bola de fuego, y pensé -al menos no uses una metáfora tan trillada- solo que ahora me doy cuenta que no es una metáfora.

El sol y la luna salen frente a la puerta de mi casa y son momentos cúlmines. Si bien no siempre los aprovecho (y se gastan un poco si uno los aprovecha siempre, la verdad) me alegro de volver a la casita de los momentos cúlmines, además del inodoro perfecto.

Cada vez que cago y que indefectiblemente la taza queda impecable me alegro mucho, después de la experiencia con la casa de los inodoros del demonio aprecio mucho mas ese hecho que muchos de mi clase dan por descontado.

Ayer a Lulu le dió un ataque de nervios, con llanto y pataleo. La cosa fue así: MM y yo nos dedicamos a limpiar y ordenar, la casa está llena del polvo y la construcción, hay gotitas de pintura, etc. En eso voy a tirar algo y veo que MM le tiró a Lulu un cuadernito (horrible) que le dieron cuando terminó jardín el año pasado y también una capita de una muñeca. Rescato la capita (la compré yo y hubo un montón de esfuerzo envuelto en la compra de esa muñeca) y cortó dos fotos del cuadernito, una de Lulu con todos sus compañeros y otra de un dibujo de Lulu firmado por ella y se los pego con chinches en la cómoda que tiene en la pieza. Cuando Lulu vuelve del jardín le agarra un ataque. Quiere su libro de vuelta.

Si yo no hubiese intervenido ella no se hubiese dado cuenta de la falta, fuí una idiota. Pero por otro lado sabía que esa foto era importante para ella, no hace mucho la vi en la cama concentrada mirando las fotos de los chicos. Por que le corté el libro? Creo que porque era feo, y porque ya había sido tirado a la basura.

Lulu necesita su pieza y así poder organizarse contra las tendencias tiradoras de su padre, y las mias.

Vivimos en una especie de prisión de la estética.

Salimos de la crisis, pero costó.

10 comments:

ferchu said...

Me da pena Lulu, no se podría cambiar ese habito haciendola participar¿? :(

Loli said...

Me pasa y te entiendo. Cada vez que Lolo abre la basura para tirar algo, rescata otra cosa que yo tiré y que no debería haber tirado. Estoy mucho más equivocada que él.

Anonymous said...

con respeto les digo, chicas, dejemos vivir a los ninios con sus pertenencias, aunque nos parezcan ridiculas, para ellos son tesoros...
Maria

Pilikina said...

Entiendo a Lulu perfectamente.
A mi me pasa lo mismo con mi madre, que me tira cosas sin consultar y la verdad es que no se ni como se atreve a hacerlo, pues la monto unos chochos increibles.
Pero bueno, ella no entiende muy bien lo del respeto hacia las cosas de la otra persona.

desorganizada said...

otro voto a favor de lulu y de aflojar con la estética y el orden. ya sé que soy el contraejemplo, pero vamos, a ver si tengo que montar unos chochos yo también.

Anonymous said...

qué pradójico... hace algunos años aprendí a preguntarle a mi hija de ahora 5 años si quería dulce o manteca en la tostada antes de preparársela porque leí, acá, en tu blog, algo muy lindo sobre eso, sobre el respeto, sobre que uno nunca prepararía una tostada a un adulto para encajársela así. ¿qué les pasó en el medio? laura

Anonymous said...

Guarda que con tanto fanatismo minimalista no les salga una rebelde hoarder!

Con Gabriel siempre hablamos de esto que los hijos se conviertan en personas, y qué pasa si son personas con hábitos o elecciones que no nos gustan (el terror de Gabriel es que Noah salga concheta). Y bueno, nada, a joderse supongo. Imponerles otra cosa no es una opción.

Anonymous said...

Yo también voto por Lulu y su cuadernito. María (otra).

María said...

Ni siquiera pude tirar una curita y una semilla de mandarina que mi hija guarda en la mochila del colegio. Quien pudiera encontrar el término medio!

Anonymous said...

Yo conviví con un hermano obse del orden en la casa paterna (cada uno tenía su cuarto y baño en suite, y el pibe me tiraba mis cosas igualmente, y eso que soy súper prolija y ordenada), por lo cual entiendo mucho a Lulú. Y lo triste es que ahora, de casada, le tiro cosas a marido, que es un acumulador compulsivo (sobre todo de tecnología obsoleta, porque ambos somos ing. en informática). Pero vivimos en depto y no planeamos poner museo informático vio...en fin, que triste descubrir que nos convertimos en eso que odiábamos en otros!!!

Phoebe

PD: De todas formas, ahora que la experimento, que difícil es la maternidad che, estoy releyendo muchos posts viejos.

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