Monday, September 24, 2012

Edward Hooper y yo

Explicame que hacemos aquí me pregunta él. Decime que es lo que te gusta de este lugar. Lo entiendo, este no es el lugar en el mundo para ir al banco, por ejemplo, y ultimamente estamos viviendo el capítulo de la plata que viene de America que viene con mucho banco. Uno siente que para ir al banco se debería vestir como para combate, como esos soldados que nos pararon ese día cerca de la casa de la amiga Abeja, ¿se acuerdan? ¿Lo conte? Fuimos a dar un paseo por el cauce del río seco con todos los chicos, el marido de Abeja y yo en una camioneta cargada de pendejos y de repente teniamos dos jeeps de combate con soldados disfrazados de guerra. Un jeep a cada lado. Si, lo conté, ahora me acuerdo. Les conté que eran muy lindos los soldados, uno tenía unos ojos raros e intensos, uno de esos morochos con ojos color paja y le quedaba muy bien el casco con tul que tenía. El tul favorece mucho. Tambien los M16 favorecen, ya lo sabemos. El sol se ponía, la luz se reflejaba en la arena y rebotaba en los ojos del muchacho, y el tul y el M16 le daban un aire de fin del mundo. El fin del mundo vuelve sexi casi a cualquiera.

Me pregunto si las guerras existen para poder ponerse el tul en la cabeza y el M16 en la mano. Estoy segura que es un factor de importancia.  En fin, en este país estaba yo.  Explicame que hacemos aquí me pregunta él.

Bueno, mirá, fundamentalmente estamos aquí por el playground. Yo no quiero criar a mi hijos en un país donde el tobogán es one way. ¿Sabés los años de playground que me quedan todavía? Y te recuerdo, amado mío, que la que los lleva al playground soy yo. Si, claro, vos los llevas al mar, a juntar piedritas y eso, pero los social skills no se aprenden con piedritas, te aclaro.

¿Lo ubican a Edward Hooper? Siempre me sentí dentro de una pintura de Edward Hooper, en América. Y una pena que Edward Hooper nunca pintó un playground, porque esa pintura es lo que necesito para explicarle a él porque estamos aquí. Estamos aquí porque viví demasiado en esta pintura, ¿ves? Necesito una buena dosis de antídoto, unos añitos de este país de locos  y por ahí nos volvemos a la pintura de Edward Hooper, pero como forasteros, que mis hijos tambien sean forasteros de Edward, eso es bien importante. ¿Entendés?.

Me pregunto que pintor describiría el playground al que voy todos los dias. ¿Murakami tal vez? En nuestro playground todos los chicos tomaron el vascolet con una cuchara colmada de éxtasis y cocaina. Una corriente de pendejos sube por el tobogan, por dentro y por fuera (los toboganes son tubos) mientra otra corriente baja. Se chocan, se rien, alguno sale machucado, pero llorar no se estila. Saltan y gritan como monos enloquecidos. Hay miles de perros, sin correa, dios no lo permita. Los nenes mean y cagan en los árboles, muy cerca de los juegos. Los perros tambien. Las cosas se caen, se derrumban, todo peligra, el contacto humano es de alta intensidad y voltaje, todo sucede a una velocidad pasmosa, las reglas y los lìmites de hacen y deshacen demasiado rápido como para llevar la cuenta.

Estuvo en Tel Aviv el fin de semana y me contó que pasear por la playa es un deporte de alto riesgo. Lo se. Los jugadores de ping pong juegan demasiado cerca unos de otros; falta el lugar en este país, el estilo es invadir, asi que hay un cierto overlapping en los campos de juegos, y el overlapping es tambien tridimensional, a lo alto, ya que también están los jugadores de freesbe, que usan la parte alta de la atmósfera que no es usada por las pelotitas de ping pong. Es como que hay layers y layers de actividad. Una chica toma sol, arriba un perrito salta, un layer mas arriba hay una pelotita de ping pong, otro layer más arriba un freesbe, y allá, mas arriba, un avioncito pratica piruetitas para la próxima guerra con Irán. Dar un paseito por la playa de Tel Aviv es muy dezombizante.

Fué a devolver el auto que alquiló, al aeropuerto, y mientras esperaba se puso a trabajar en un plano de una casa que está diseñando. El guarda pensó que estaba dibujando un plano para un ataque terrosita. Para colmo el dibujo se parecía mucho al edificio donde él estaba sentado. Larga discusión con el guarda para convencerlo que su planes eran pacíficos. El guarda le hojeó todo el cuaderno de notas, le chusmeó la compu, en fin, contame sobre invasión de la privacidad. Y si, si querés privacidad, no estás en un buen lugar, para privacidad nada mejor que vivir en Edward, eso te lo concedo.

PD ¿Vieron el acento en el pronombre personal? ¿Y el signo de interrogación al comienzo? Pero que idioma de mierda, una pena que es el que mejor me sale.

11 comments:

Maguita said...

y te sale muuuy bien el español, Wanda, dale nomás que te disfrutamos mucho! Che, y Argentina... no, no? ni a palos? me siento medio boluda sugiriéndote esto, pero este es un país en el que tus chicos en la placita aprenderían social skills rapidísimo! todo el resto de la vida... y sí... se complica. Sobre todo ir al banco a buscar dólares, pero bueno, detalles.

ZaZa said...

Si, yo pensé lo mismo que Maguita, ¿por qué no Argentina? El caos no parece muy diferente y te ahorrás la parte de los milicos y las guerras!

ZaZa said...

ahhh y qué emoción leer la palabra "vascolet", jajja, es un post generacional, generacional de las argentinas cuarentonas!

Marie said...

me pasó lo mismo que a maguita y zaza, acá tenemos layers y layers, tantos que de vez en cuando uno piensa dónde poronga estará el comando PURGE?

Julia said...

Impecable Lady W, uno de mis posts favoritos.

Y yo creo que vivir en Argentina es más difícil todavía que vivir en Israel, aunque también más amable. Los dos son lugares de locos, eso sí.

Anonymous said...

genial. genial. lo de los layers, el playground, la playa. lo visualicé todo perfecto. genial ww.
/d.

Laura Wittner said...

qué bárbaro, vieja, eh? estás escribiendo como la reputa madre.

ah, mirá, estoy sin máscara -- bueno, no importa.

Violante said...

Iba a escribir lo mismo que pusieron antes. Llegué tarde y me la banco. Por un lado GENIAL el post y doy gracias porque lo escribiste en español y no en hebreo, si no me quedaba afuera. Y por otro, acá en Buenos Aires (me parece un poco pretensioso incluir a todo el país en el quilombo de layers porteño) energía para el caos es lo que sobra, pero eso sí, es muy diferente a otros caos que conocí en distintos lugares. Por ahí a vos te gusta más el de allá, tal vez te estás formando como catadora de quilombos y vas descubriéndole el gustito al de cada lugar para ver en cuál te sentís más cómoda.

cronista sentimental said...

adoro este post.

Ale said...

En Argentina, no en capital, en las ciudades del interior, hay seguridad y muchos lugares para jugar con los chicos... y con dolares sos Maradona, para pensarlo

dani campanella said...

zarpado post, WW. Soy muy fan!

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