Ayer cenamos, Pepe y yo, sopa de zanahorias, con zanahorias que me cosecharon los hijos de la amiga Abeja y tigro sarraceno con canela y cardamomo (cardamomo entero). Como todo lo que prueba le encantó. Mas bien habría que decir le apasionó. Me agarraba la mano desesperado para que le diese más y más rápido.
Ayer tambien hice chapatis. Creo que los voy a adoptar. Son una especie de tortillas indúes, harina, agua y sal, y un poquito de aceite. Creo que voy a cambiarlos por los panqueques, porque Pepe no puede comer huevo, no? Que se yo. Supuestamente tampoco puede comer lacteos pero la suegra ya le encajo un yogur entero y todos felices. Igual yo creo que voy a esperar, ya noté que el yogur, inclusive el entero y natural, sin azucar, le apasiona, pero supongo que es mejor que ahora adopte todas las frutas y verduras. La leche se la doy yo, no tiene mucho sentido ahora darle lacteos, excepto por la comodidad.
Ayer tuve una imagen de Pepe grande todavía enamorado de mi cocina.
Mi escritura ha perdido una cierta gracia que antes tenía, al menos para mi.
Las contantes interrupciones (Por ejemplo, mientras escribo esto fuí a buscarlo a Pepe que se despertó y ahora está sentado en su silla y tira sus pedazos de chapati al piso) y la falta de estimulación intelectual podría explicarlo.
Ahora estoy leyendo un libro para adolescentes, que se llama Deus. Mis amigas se horrorizan de que esté leyende semejante estupidez. Bueno, yo se porque lo hago, lo hice también con el inglés y me resultó. Lo importante es leer, no importa que, familiarizarce con las letras y las palabras. Y es mejor leer una estupidez y entederla, que leer algo "elevado" y entender una palabra cada tres. He notado también que los libros para adolescentes tienen letra levemente más grande. Usan el verbo esemesear y el adjetivos geimer. Un muchacho que juega todo el tiempo en su compu es un geimer.
Ayer a la noche, tipo 8 y media lo llevé a Pepe a la cama para dormirlo mientras la dejaba a Lulu bañada mirando una película sobre sirenas. Me llevé el libro, en un acto de optimismo absurdo. Para que Pepe no me agarre el libro lo sostengo altísimo con la mano, pero el no ceja (nunca ceja, es una persona de una determinación notable). Trata de trepar usando partes de mi cuerpo para poder agarrar el libro. Por ejemplo, usando mi nariz, o mi oreja. Horas puede estar tratando de llegar al bendito libro. No entiendo que le ve. Cada tanto se lo doy, para que se aburra. Chupalo nene, olelo, es un libro, punto. Pero no, no pierde el interés. Es obvio que trata de descubrir el encanto que yo le encuentro. También es obvio que no logré leer ni una palabra.
Ayer tambien hice chapatis. Creo que los voy a adoptar. Son una especie de tortillas indúes, harina, agua y sal, y un poquito de aceite. Creo que voy a cambiarlos por los panqueques, porque Pepe no puede comer huevo, no? Que se yo. Supuestamente tampoco puede comer lacteos pero la suegra ya le encajo un yogur entero y todos felices. Igual yo creo que voy a esperar, ya noté que el yogur, inclusive el entero y natural, sin azucar, le apasiona, pero supongo que es mejor que ahora adopte todas las frutas y verduras. La leche se la doy yo, no tiene mucho sentido ahora darle lacteos, excepto por la comodidad.
Ayer tuve una imagen de Pepe grande todavía enamorado de mi cocina.
Mi escritura ha perdido una cierta gracia que antes tenía, al menos para mi.
Las contantes interrupciones (Por ejemplo, mientras escribo esto fuí a buscarlo a Pepe que se despertó y ahora está sentado en su silla y tira sus pedazos de chapati al piso) y la falta de estimulación intelectual podría explicarlo.
Ahora estoy leyendo un libro para adolescentes, que se llama Deus. Mis amigas se horrorizan de que esté leyende semejante estupidez. Bueno, yo se porque lo hago, lo hice también con el inglés y me resultó. Lo importante es leer, no importa que, familiarizarce con las letras y las palabras. Y es mejor leer una estupidez y entederla, que leer algo "elevado" y entender una palabra cada tres. He notado también que los libros para adolescentes tienen letra levemente más grande. Usan el verbo esemesear y el adjetivos geimer. Un muchacho que juega todo el tiempo en su compu es un geimer.
Ayer a la noche, tipo 8 y media lo llevé a Pepe a la cama para dormirlo mientras la dejaba a Lulu bañada mirando una película sobre sirenas. Me llevé el libro, en un acto de optimismo absurdo. Para que Pepe no me agarre el libro lo sostengo altísimo con la mano, pero el no ceja (nunca ceja, es una persona de una determinación notable). Trata de trepar usando partes de mi cuerpo para poder agarrar el libro. Por ejemplo, usando mi nariz, o mi oreja. Horas puede estar tratando de llegar al bendito libro. No entiendo que le ve. Cada tanto se lo doy, para que se aburra. Chupalo nene, olelo, es un libro, punto. Pero no, no pierde el interés. Es obvio que trata de descubrir el encanto que yo le encuentro. También es obvio que no logré leer ni una palabra.
3 comments:
muy cierto lo de los lácteos.
también creo en la utilidad de la literatura juvenil cuando se está estudiando un idioma.
ah y a mí me sigue gustando como escribís.
/d.
mi nene tenia el mismo interes por los libros. Ahora tiene 15 meses y tuve que cambiarlos de lugar porque siguen interesandole y de vez en cuando le saca un pedazo. Intente lo de darselo apra que se aburra pero no funciono!!!
me encantó este post, y no, para mí tu blog sigue siendo cada vez más interesante. Las aventuras de Pepe, Lulú y Wanda en el desierto son apasionantes!!! (con la aparición esporádica de MM)
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