Escribir para disipar la angustia.

L. me llama recien para contarme que esta haciendo volar un barrilete en la playa. Es muy raro escucharla hablar por telefono, la voz es distinta, tambien creo que es algo tan de adulto transmitir informacion por telefono que me cuesta creer que ese es mi bebe, que de bebe ya casi no le queda nada, tal vez solo los brazos gorditos.

Porque esta muy alta y flaca, algo que sucedio los ultimos meses. Bueno, de alta no tiene mucho, es normal, pero creo que pego un gran estiron.

El otro dia percibi un gran cambio. En estos tres anios mi mayor felicidad ha sido volver a casa y reencontrarme con ella. Es una emocion dificil de explicar, es como si fuese parte una parte de mi cuerpo que me estaba reencontrando cada dia despues del trabajo. No solo placer, sino  necesidad. La sensacion de ahh, ok, ahora estoy entera.

Desde hace una semana note que ese sentimiento cambio, que me alegra verla, nos alegramos de vernos, nos damos un abrazo, pero no es ese hambre que se sacia. No voy en el auto deseando ya llegar y abrazarla. No se si es que esta muy grande, o muy complicada, o es el bebe este nuevo que me crece en la barriga y que se hace lugar en el sentimiento.

Yo estoy mas bien para abajo. Me cuesta mucho todo. El viernes volvi del trabajo muy mal, y el sabado me levante angustiada, tanto, que cuando vi que faltaba yerba me volvi a acostar. Es como que las contrariedades mas minimas me tiran para atras.

Ayer hable con una amiga reencontrada por telefono un rato largo y me hizo bien. Se tomo el tiempo para internarse en el intringulis chingulis de nuestra situacion economica, bueno, en fin, de escucharme un largo rato. Despues sali, a una actividad del jardin que se suspendio, pero al final me encontre con MM que estaba en un tour en el vecindario, y ahi me encontre con algunos vecinos copados, con los que estaria bueno estableces contacto, pero como ya nos vamos no tengo la energia para concertar el complicado cortejo que significa hacerse amigo de un new englander.

Bueno, me voy a nadar. Creo que tengo que nadar como quien de ello depende la vida, porque es la unica droga que me puedo permitir, y si bien me deja oliendo horrorosamente a cloro me da endorfinas para vivir mis dias con cierta felicidad.