El periodo Palomba

Mi forma favorita de comer es asi, como en la foto, en la cama, panza abajo, primero el plato de comida, despues el libro. Creo que me acostumbre a comer asi en el periodo Palomba.

A los 11 anios vivi sola por un anio, en lo de las senioras Palomba. Fue el anio en que empece la escuela secundaria, hasta entonces habia ido a la escuela rural que quedaba cerquita de mi casa.

Las senioras Palomba eran dos viudas, madre e hija, y la hija tenia dos nenes. Yo viva en una casita que tenian atras de la suya. Eran dos piezas chiquitas, la cocina y el dormitorio. El banio lo compartia con ellas. Entraba por el garage, asi que tenia libertad de entrar y salir cuando queria, aunque supongo que las viudas llevarian un control estricto de mis idas y venida, pero yo no me enteraba. Tambien supongo que la casita de atras estaba destinada a la vieja seniora Palomba, pero con la muerte del yerno los planes habian cambiado.

Las senioras Palomba no me querian. Se quejaban de que usaba mucha electricidad, de que me baniaba todos los dias. Entraban cuando estaba en la escuela y me desenchufaban la radio, lo que a mi me parecia absurdo. Yo les explicaba que, aunque estuviese enchufada, la radio estaba apagada y no gastaba. Ellas me decian que aunque apagada hacia un ruidito, que solo se escuchaba si ponias la oreja en el parlante. Ahora me doy cuenta de que tenian razon, muchos aparatos electrodomesticos estan diseniados en una forma tan imbecil que siempre hay luces y cosas que siguen gastando electricidad cuando nosotros creemos que estan apagados. Era una Panasonic esa radio, la radio preciada de mi mama, porque agarraba el Sodre de Uruguay, y tambien mi bien mas preciado ese anio. Les pido perdon por no haberles creido, senioras Palomba, yo creia entonces en la tecnologia y el progreso, y en Panasonic.

Los domingos me tomaba el colectivo, El Pampa o La Estrella, que me llevaba del campo a la ciudad, con una tarta de caballa que me preparaba mi mama, un paquete de arroz y unos huevos, y un poco de plata para comprarme comida. La tarta de caballa, que se suponia que me tenia que durar varios dias, me la comia apenas llegaba a lo de las senioras Palomba.

Los lunes, cuando salia de la escuela a la una y media, muerta de hambre, pasaba por la panaderia y me compraba una docena de facturas. Entonces me acostaba, con las facturas y un libro y asi almorzaba. Despues dormia una siesta larga entre las migas, hasta las 4 o las 5 de la tarde y entonces salia a visitar a mis dos amigas, que eran las dos unicas huerfanas de la clase. Tambien iba a la biblioteca, leia mucho entonces. Leia lo que habia, claro, en la biblioteca del pueblo, pero tenia predileccion por la novela negra, McDonalds, Chandler. Tambien Ray Bradbury, Steinbeck. Volvia a las 10 de la noche y me ponia hacer los deberes escuchando la rocanpop y a la madrugada me iba a dormir.

Para el miercoles, cuando veia que la plata se me iba acabando, me compraba pan. Cuando solo me quedaba la plata para el colectivo de vuelta recurria al arroz. Tenia tanta hambre que me costaba esperar a que el arroz se cociera.Me acuerdo de escuchar un programa del mediodia de la rocanpop, como una radionovela de algo de ciencia ficcion, algo gracioso, y pescando arroces duros del agua para comerlos en la espera. Cuando el arroz estaba listo lo freia en la sarten con un huevo y me iba a la cama con la sarten y el libro.

La verdad es que me asustaba comprar otra cosa que no fuese pan. La panaderia que quedaba en el camino de la escuela a lo de las senioras Palomba era un lugar lindo y luminoso, los precios estaban claros en una pizarra y la seniora que atendia era simpatica. Habia un almacen tambien, donde vendian verdura, pero a mi me daba panico ir, pedir un tomate, y despues descubrir que no tenia suficiente plata para adquirirlo. Era oscuro y lo atendia un hombre, no me inspiraba nada de confianza

No se si me ocurria que no era muy saludable vivir a pan y facturas.

Engorde, claro, tambien fue el anio en que me brotaron salvajemente las tetas y las caderas. Cagaba esporadicamente y se me corto la menstruacion. Empece la escuela flaca y alta, con la flacura que tuve durante toda mi ninez, y termine el anio con el cuerpo de una bailarina de teatro de revistas.

Ese verano, en el campo, mi mama me puso a dieta.