El viaje a NY sola, como weaning plan, no funcionó. Después de 36 horas lululess llegué dolorida y llena de leche y bueno, no soy buena para autoinfligirme dolor, así que estamos como empezamos.
Tuve como una tristeza basal todo el fin de semana. El sábado a la mañana lloré antes de irme, pensando que era la última vez que le daba la teta a Lulu. Lo atribuyo todo al coctelcito faltante o sobrante de las endorfinas, la oxitocina y la prolactina
El viaje en si fué super bueno. El Chinatown bus tardó 4 horas a la ida, una maravilla. Había un par de chicos cantando a voz en cuello (las fracecitas que mi cerebrito rescata de mi pasado de lectora en castellano son sorprendentes), pero cantaban muy lindo y divertido, creo que improvisaban, y yo no traia ipod, asi que me alegré. Un chico atrás mio le preguntó al gringo de al lado -Los americanos siempre cantan en los colectivos?- ,a lo que el americano le contestó que no, con un bufido. Para mi que este extranjero se estaba haciendo el tontis, un pecado en el que caemos muchos extranjeros. Este extranjero era de un pais que no alcancé a entender por mas que estiré la oreja, algo raro, porque cuando le dijo su nacionalidad el gringo este dijo -Cool, cool-
Llegué temprano para la clase de Biodanza a la que iba ir para acompaniar a mi amiga, así que decidí ir a depositar un cargamento de piyamas de Gap que traia en el bolso a Chinatown . La vida esta llena de ironias y esta es una. Tenía la direccion en mi libretita, pero en el colectivo no pude encontrar la calle, que se llama Park Row, en mi mapa. Despues resultó que estaba, es que mi mapa es complicado, porque como me muevo bastante en Brooklyn tengo un mapa enorme que me proveyó MM. Entonces en Canal St le pregunté a una china viejita, que parecía tener tiempo y paciencia, donde estaba la calle Park Row. Me dio una explicación muy entrevesada, asi que nos pusimos juntas a enterder mi mapa. Pobre china! Mi mapa no es nada fácil. Al final ubicamos la calle, pero entonces me dice- Pero no podes caminar por Park Row, está cortada! Me explicó que estaba cortada por 9-11. Casi revoleo los piyamas ahí entre los lychees y los hongos. Decidí persevar y fui siguiendo mi mapa hasta Park Row St. Al final el departamento que buscaba estaba justito antes del bloqueo de la calle. El portero me dijo -Es dificil encontrar el lugar, no?- Era un portero muy comedido y sabia todo de todos, la porterez es universal. Hasta me proveyó de un papel y un marcador para que escribiese una nota y darle un aspecto un poco mas decente a la bolsa de nylon donde revoleé toda la piyamada.
De ahi me fui a Chelsea, donde me encontré con la amiga biodancera. La Biodanza es una danza en donde basicamente te ponen música placentera, bailas en ronda, tenes que mirar a los ojos a los otros, y dar abrazos y esa onda. Un poquito demasiado new age para mi mente prejuiciosa pero bueno, no está mal, un experimento interesante. Después un subgrupo nos fuimos a comer comida tailandesa y yo me divertí haciendo de traductora entre dos profesoras de biodanza. Una era colombia y la otra gringa. La colombiana contaba que tiene un grupo de biodanza en Queens, de latinos, con un problema de subgrupos en el grupo. Estaba el subgrupo de los ricos y el subgrupo de los pobres. Parece que el subgrupo de los ricos (ricos entre paréntesis, se entiende) no quería abrazar al grupo de los pobres, parece que por una cuestión olfativa. Me resultó muy gracioso y muy predecible: los inmigrantes con antiguedad somos re-racistas.
Las cosas con la amiga biodancera están medio raras, el flujo amigueril está intermitente. Creo que todo se resume a que cuando nos conocimos yo me teñía el pelo y me preocupaba mucho por la turgencia de mi trasero y ella estaba casada, gordita y pelada. Ahora ella se tiñe, está muy linda y divorciada y yo estoy casada, gordita y ando con un look muy raro, por ponerlo así simpático. Digamos que si me tiro un spray azul en la cabeza paso por una viejita de 70 bien mantenida. Y ME NEFREGA! No me critiquen el peinadete. Claro, la cuestión es, le criticaba yo a la amiga biodancera la pelada en su momento? Obvio que si. Asi es la vida, muy irónica.
De Chelsea nos fuimos a dormir a Brooklyn a lo de las sillas Eames, pero mi amiga no sabía que eran, que desperdicio!. Yo me sorprendo mucho de gente que no sabe que es una silla Eames, lo que refleja mi estado de alienación. A la mañana me desperté a seleccionar un cargamento de ropa para Lulu y de ahi nos fuimos a picniquear al Central Park. Todo muy lindo ahi en el picnic, el clima, la comida, los picniqueros, todo perfecto, excepto el coctel hormonal.
De ahi me fui corriendo a Penn Station a pescar un Megabus pero estaban todos pescados. No hay caso, yo soy una seniora Chinatown bus y no se porque me hago la Megabus. Hacia Chinatow me fui, y en 10 minutos estaba sentada y viajando hacia Boston.
Y si, las galletitas de limón estaban mas ricas (aun) en el Chinatown Bus.
Y si, la alegría de Lulu cuando me vió, y la cantidad de besos y abrazos que recibí no se muy bien como describirlas. La maternidad tiene sus momentos épicos, si, si.
4 comments:
te hice vivir una aventurilla!
Ja, yo soy de las que no saben (o no sabía hasta ayer) qué es una silla Eams. Ahora ya las busqué en internet (y no entiendo por qué alguien pagaría todo es por una silla, pero that's just me).
Para compensar la ignorancia, hago galletitas de limón :P
Muy lindo verte.
Yo tambien me hago esa preguntas, una de las explicaciones (ademas de que son de buena calidad, comodas y lindas...Ikea?) es que tienen muchisimo valor de reventa. Entonces ponele te compras una sillita a 800 dolares, despues la vendes a 750 cuando te mudas. De verdad es asi.
Yo sé qué son esas sillas desde que te leo a vos, a Marie y a MAdame Lulu. El blog educa.
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