El fin de semana lave el cuerito de oveja argentino comprado en Ikea que mi viejo le regalo a Lulu cuando era bebe.
Agradecimientos especiales al sotano que decidio perdonarlo de moho, a Arturito que lo centrifugo y lo seco (yo lo lave) y a la ovejita que lo lucia cuando vivia.
MM lo queria tirar, que novedad. Pero yo me opuse, en forma ladina, dejando caer el tema en el olvido. (MM no tiene idea del valor de las cosas, lamentablemente. Nunca crio una oveja, nunca la cuereo. Mil cosas que el pendejo este no tiene idea. Se cree que el cuerito vale los 20 dolares que vale en Ikea (si no cuesta menos!))
Lulu lo adora. Va apuradisima, con sus patas chuecas a mil. Lo agarra, lo lleva al rinconcito de eleccion, lo acomoda y se tira con el culito para arriba. Se queda 20 segundos. Se levanta y todo comienza otra vez. Sera su idea de me tiro un ratito?
1 comment:
qué alegría! volvieron los comentarios. tengo el mismo cuerito --se lo regalaron a teo-- pero no lo uso porque mi casa está llena de pelos de gato y no sabía que se podía lavar. ¿a mano? yo creo que sí, que es tirarse un ratito lo que hace lulu. pero primero se tiene que cansar y eso le lleva mucho rato.
no lo vas a creer pero... extraño la nieve.
besos desde la reina del plata,
cronista
Post a Comment