cualquier cantidad

Lulu, cual MM, piensa que comer es despediciar el poco tiempo que se nos ha concedido para nuestras aventuras terrenales. Entonces, en un fin de semana de emociones fuertes como el pasado, se lo pasa casi sin comer. La teta nocturna, un sorbo aqui y alla de leche, 10 blueberries, unos granitos de arroz, un sorbito de agua. No entiendo los rollitos que todavia conserva, estoy empezando a pensar que soy una vaca de un mana excepcional.

 

Pero ayer, cuando llegamos de nuestras aventuras en New Haven y demas, a eso de las 6, nos metimos en la cama despues de una ducha reparadora en la caja de herramientas y Lulu se durmio hasta hoy a las 5 y pico. Con multiples intervalos para compensar el minus calorico del fin de semana. Of course.

 

Se desperto con una sonrisa y nos fuimos a sentar en nuestro sillon improvisado al estilo beduino. La zula, como la llama MM. Zula, usando una de las tantas palabras que el hebreo le roba al arabe para compensar su pobreza. Pusimos un cuenco de cereal en el medio y los compartimos. Tambien compartimos el mate, aunque a Lulu mucho no le gusta, pero trata. La casa, con sus ventanas estrategicamente ubicadas para minimizar las perdidas caloricas y maximizar las ganancias solares, esta casi a un paso de ser algo oscura. Pero no. Airy, yet kind of like being in the hayloft of a barn, asi es el segundo piso...primer piso en argentino.

 

Tres dias de sol significan otra cosa despues de un mes de lluvias.

 

Hoy tendria que llamar a mi medica de cabecera a la que no conozco y tiene un nombre hindu inpronunciable. Urge resolver mi ciclotimia y mi falta de concentracion. Pero odio ir al medico, tanto, que inclusive la autoamenaza de llevarme al medico tiene drasticas propiedades curativas.

 

Siga asi, Wanda, siga asi.

 

La Lulu esta en su jardin con Siste Abu. Daria cualquier cantidad (que frase, esa, no?, cualquier cantidad, todavia se usara?) por poder teletransportarme y hecharle un vistazo.