sabana con shnitzel

Escribo desde la cama mientras Lulu analiza un pedacito de celofan aqui al lado y MM en la cocina se come agradecido unos pedazos de pan con queso y aceitunas y salamin que le puse al horno, compadecida porque ya van varias semanas que vive a bagels con hummus.

Hoy cuando volvia del laburo me llamo MM para decirme que la pase a buscar a Lulu por la obra (otra obra, no la nuestra, MM tiene un proyecto nuevo) y como nunca un embotellamiento de media hora. Pobre bebe, pensaba, muerta de hambre y de frio, un bebe de 5 meses en una obra, en el invierno de Boston, no suena nada bien. Pero llamo y MM me dice que esta durmiendo. Durmira del shock? pienso, pero enseguida me consuelo pensando que al humano las dificultades en general le hacen bien. Llego a la obra (estan demoliendo) y MM se la saca del rebozo donde estaba durmiendo y me la pone en el auto donde sigue durmiendo. Se desperto cuando llegamos a casa y en cuando vio la puerta sonrio con una gran felicidad.

En esta casa ya no se come mas comida-comida y la cosa se esta empezando a parecer a un campo de refugiados. Las sabanas donde dormimos, ademas del pis de Lulu, creo que tiene un poquito de shnitzel que se me cayo un dia que hicimos un picnic. La ropa la rebuscamos del secarropas, la estiramos un poco y listo (no es que antes planchasemos, pero soliamos poner la ropa en el placard). A Lulu la baniamos cada tanto (hoy MM dijo que hay que baniarla, supongo que hay que sacarle los asbestos) y yo evito entrar en el banio con anteojos. Pero fuera de esos detalles nimios creo que estamos felices. Una vez que me acorde que yo no soy una seniora gorda burguesa con auto y television me tranquilice bastante y sigo zen.

Hoy soy una seniora gorda rezen que duerme en una sabana con grasa de shnitzel y pis de bebe y se mata de risa. Veremos que soy maniana.