Me acabo de despertar a las 5 de la mañana, sin despertador. El despertador lo cambié a las 6. Creo que la vejez me está llegando al sueño, y que estoy necesitando menos horas de sueño, y la verdad es que esta parte de la vejez no está para nada mal.
Ayer sufrí un gran fracaso con la campera que le estaba cosiendo a MM. Por suerte hice un toile, que es una técnica que aprendí no hace mucho, aunque en realidad no es técnicamente un toile. La técnica es coser con una puntada larga toda la prenda para poder verla en su totalidad y luego, si uno está satisfecho, descoserla y coserla de nuevo, esta vez con los bolsillos y detalles y con cada costura terminada como corresponde. La campera resultó un completo desastre, como en realidad me lo temí desde un principio, porque la tela no es la adecuada. Una pena, porque arruiné un montón de tela, aunque no se me ocurre que puedo hacer con esta tela. Y esto me recuerdo cuanto todavía me falta aprender sobre telas. Es una tela que está de moda ahora, creo que se llama scuba, es una tela con mucha estructura. Es perfecta para algún disfraz.
Cuestión que ahora quedé medio desconcertada, aunque mejor que me ponga a coser los dos disfraces que me encargaron, uno de un leon y otro del principito valiente, aunque para el principito valiente me trajeron telas exactamente de los colores de Boca, que son también los de Ikea, y me resulta un poco violento cometer semejante sacrilegio.
Odio cuando se me terminan los proyectos, me gusta levantarme a la mañana y saber exactamente que quiero hacer. Por otro lado estos momentos son los momentos de inspiración.
Esta semana tengo que terminar el asunto de los papeles. Fundamentalmente mi problema es que quiero que me reconozcan todo el tiempo que trabajé en la Argentina como ingeniera pero conseguir esos papeles es un lío porque no hay registros. Me pregunto si me habrán pagado en negro, es hace tanto tiempo que no tengo la mas pálida idea. No tenía ni siquiera una cuenta de banco en mi primer trabajo, asi de antigua soy. Tal vez renunciar a todo esto sería lo mas práctico, aunque me gustaría saber cual es la diferencia que hace en el sueldo.
Ayer MM se llevó a los chicos y creo que la pasaron superbien. Creo que estuvieron en el kibutz porque recibí dos fotos donde estaban dándole de comer a unos caballos y trepados a un tractor. Tambíen Pepe me contó que jugaron al futbol. Creo que debemos ser la familia que menos habla entre ellos, es porque todos estamos siempre ocupados, me pregunto si es porque todos hemos heredado el problema de que el aburrimiento nos duele. O que somos hiper todos. No lo se. El hecho de que a los chicos no les guste comer particularmente tampoco ayuda, aunque ayer si comieron milanesas y papas al horno. Estoy en una campaña para lograr hacer papas al horno que le gusten a Lulu. Tienen que estar crunchy de una manera particular. Supongo que lo que tengo que hacer es reducir drasticamente las cantidades y hornear cuatro papas y darles una extraordinaria cantidad de atención. Con mis hijos he aprendido a reducir las cantidades, especialmente de cosas dulces o de cosas que les hago solo a ellos, pero como se que a MM le encantan las papas y porque se que se puede comer 5, y yo también, siempre hago como tres fuentes y no les presto mucha atención.
MM estuvo trabajando con los chicos desarmando unas cosas que tienen ramas de sauce. Les va a construir unas casas en el jardín. Ayer se pasaron los tres unas cuantas horas trabajando juntos.