Hace unos dias fui a trabajar tarde, solo a empezar un experimento que dejo correr por casi un día entero. Para entrar a la universidad uso una tarjeta, que vive en mi bolso, en un bolsillo asignado. Como hacía mucho calor y era fuera de horas de trabajo fuí sin bolso y con un vestidito sin bolsillos, así que puse la tarjeta en el canasto de la bici. Cuando la ponía comprobé que las ranuras del canasto eran mas grandes que la trajeta, por ende el peligro de perderla era enorme, pero la segunda parte del mensaje no pude procesarla y efectivamente la perdí. Tuve que volver a casa, manteniendo el espíritu con mucho esfuerzo de voluntad, a buscar los anteojos y salir a buscar la tarjeta por el desierto. La encontré y el experimento tuvo éxito, al menos su primera parte.
Ayer el cerebro me hizo un trick parecido. Antes de dormirnos Lulu dijo, me duele la panza. A mis hijos nunca les duele nada, si dicen que algo que les duele hay que prestar atención, pero le dije no se que y me dormí, ella también. A mitad de la noche me despertó una lluvia de vómito. Luego siguió vomitando por la escalera y así hasta que llegó al baño, donde la duchamos y siguió durmiendo en el living en un colchoncito de camping.
Tuvimos que sacar el futón donde Pepe seguía durmiendo sin inmutarse ni por el ruido ni por la lluvia de pedazos de sandía y fideos que lo cubrían, limpiar a Pepe con un trapito y volver a ponerlo en la tabla de la cama con un frazadita. Siguió durmiendo lo mas pancho hasta que un par de horas mas tarde se despertó a vomitar también, aunque ya la mayor parte de la comida había sido digerida (en realidad el no quiso cenar, suele cenar muy liviano y solo había comido sandía), y vomitó poquito y muy prolijamente en el balde que le había sido asignado.
Lulu vomita estilo proyectil y se recupera casi de inmediato. No es que haya vomitado mucho en la vida, habrá vomitado tres veces en la vida, pero cuando vomita es impresionante. Y siempre vomita en la escalera. Creo que Pepe vomita menos y tarda un poco mas en recuperarse.
Pero lo que me llama la atención es esa lentitud cerebral que padezco estos últimos días. Creo es que si me avivo es demasiada información preocupante sobre nuestro futuro que tengo que procesar, así que tal vez sea preferible vivir en este topor, aunque despierte bajo una lluvia de vómito.
Bueno, cuestión que aquí estamos, amuchados los tres bajo el ventilador en un día de calor y humedad record pasándola de lo mas bien.
2 comments:
LEs cayó mal la sandía... Me pasó igual, exactamente, con mi chiquitín de dos años que me decía hace pocas noches que le dolía la "panta" y yo, todo bien mi amor, ya va a pasar enseguida, vas a ver. Y sí, le pasó pero después de bañarme con un chorro tipo el exorcista, a mí, mi ropa, sabanas limpias, acolchado, colchón y todo él. Todo al lavado y nosotros dos a la ducha, y yo estaba tan pero tan cansada... Pero se sobrevive, nadie murió de un ataque por ser vomitada por un hijo.
Sí, tal cual, creo que te autoanestesiás porque tenés un procesador interno que todo el tiempo está analizando los pro y los contra de la situación: vender una casa que les costó tanto esfuerzo y sacrificio familiar (de ahorro, de hiperuso del tiempo para mil cosas juntas, de falta del papá para darle lugar a trabajar el doble) para invertir todo en un proyecto de empresa, terminar las nuevas casas, mudarse. Es mucho y trabajando mucho, y con dos hijos chiquitos. MUcho. Ojalá hubiera una alternativa no tan drástica, o no es tan drástica? No sé, igual se los nota muy felices y eso quiere decir mucho. Cuidate y pedile ayuda a tu esposo.
Tomi vomitó dos veces en sus dos años de vida. La última vez, virus estomacal mediante, vomitó TODO a dos metros a la redonda, era chorro de leche teledirigido pobrecito. Y fue mueble, chiches, bolsa de tela de los chiches, sillón, piso, yo entera, él entero, ventanal....casi me hago un bollito y me pongo a llorar, porque encima estaba enferma y era de madrugada. Pero no che, si hay algo que la maternidad brinda es la capacidad de ponerse en modo piloto y mientras uno besa y calma al infante, limpia, pone a lavar, desinfecta, etc., todo sin necesidad de un ansiolítico. Bien por nosotras! :P
Beso, Phoebe
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