Sunday, August 16, 2015

Fin de ciclo

Cuando estudiaba en La Plata me pasaba todos los veranos en el campo. Cosía y tejía, corría, hacia yoga, leía. Cada tanto iba al pueblo, pero lo postergaba constantemente. Siempre tenía que terminar algún proyecto. Además adelgazaba los cuatro kilos ganados a fuerza de estudiar comiendo galletitas. Salía de La Plata como una chica común y volvía lindísima. Los tipos me decían los mejores piropos, no los piropos automáticos sino los piropos creativos, los de auténtica admiración. Mis compañeros de la universidad me miraban sorprendidos. Siempre pensé que eran esos 4 kilos, el bronceado, los conjuntos que me hacía, el descanso. Ahora acabo de tener otra idea, tal vez eran esos dos meses haciendo lo que mas me gusta los que me embellecian. Siempre me han dicho que pena que te dediques a la ingeniería, hoy un poco les doy la razón.

Ayer empacamos gran parte de la casa. Hoy tengo que ocuparme de la parte burocrática de cerrar la casa. Siento un gran tristeza en este momento.

Me alegro que MM haya insistido en empezar tan temprano, aunque ayer lo odié. Justo estaba terminando un vestido que le hice a mi amiga de Tel Aviv, bah, es una blusa. Lo corté a la tarde y lo cosí en un par de horas. Empacamos todas las cosas de invierno y dejamos lo justo para vivir. Bah, casi lo justo. Está bueno alivianarse. Yo tengo un montón de ropa que podría ser tirada, pero como mucha de mi ropa la tengo en orden experimental anda ahí en el ropero haciendo bulto. Necesito hacer una selección.

Estuvimos unos dias en Tel Aviv. Estuvo bien, disfrutamos mucho del mar. MM se quedó, terminando la casa. Pobre, está trabajando mas que nunca. Pero logró romper la tabla de su skateboard, así que algo se divierte.

Lulu empezó a leer, dos días le leyó a Pepe y lo durmió. Yo pensé que lo estaba soñando. Me alegro tanto de no haberla jodido para que haga deberes y no haberla mortificado para que estudiase. Siempre pensé que la posibilidad de que a un hijo mio no le guste leer son nulas, y además, si eso sucede, tal vez es lo mejor. Ser un poco tonto es como una bendición no? , aunque ninguno de los dos parece haber sido bendecido....aunque el otro día Lulu me preguntó si 7 era igual que 6. Pero luego jugando a las cartas le enderecé algunos conceptos matemáticos. Tal vez la única bendición que recibió fué la negación hacia las matemáticas.

Monday, August 03, 2015

llueve fideo y sandía

Hace unos dias fui a trabajar tarde, solo a empezar un experimento que dejo correr por casi un día entero. Para entrar a la universidad uso una tarjeta, que vive en mi bolso, en un bolsillo asignado. Como hacía mucho calor y era fuera de horas de trabajo fuí sin bolso y con un vestidito sin bolsillos, así que puse la tarjeta en el canasto de la bici. Cuando la ponía comprobé que las ranuras del canasto eran mas grandes que la trajeta, por ende el peligro de perderla era enorme, pero la segunda parte del mensaje no pude procesarla y efectivamente la perdí. Tuve que volver a casa, manteniendo el espíritu con mucho esfuerzo de voluntad, a buscar los anteojos y salir a buscar la tarjeta por el desierto. La encontré y el experimento tuvo éxito, al menos su primera parte. 

Ayer el cerebro me hizo un trick parecido. Antes de dormirnos Lulu dijo, me duele la panza. A mis hijos nunca les duele nada, si dicen que algo que les duele hay que prestar atención, pero le dije no se que y me dormí, ella también. A mitad de la noche me despertó una lluvia de vómito. Luego siguió vomitando por la escalera y así hasta que llegó al baño, donde la duchamos y siguió durmiendo en el living en un colchoncito de camping. 

Tuvimos que sacar el futón donde Pepe seguía durmiendo sin inmutarse ni por el ruido ni por la lluvia de pedazos de sandía y fideos que lo cubrían, limpiar a Pepe con un trapito y volver a ponerlo en la tabla de la cama con un frazadita. Siguió durmiendo lo mas pancho hasta que un par de horas mas tarde se despertó a vomitar también, aunque ya la mayor parte de la comida había sido digerida (en realidad el no quiso cenar, suele cenar muy liviano y solo había comido sandía), y vomitó poquito y  muy prolijamente en el balde que le había sido asignado.

Lulu vomita estilo proyectil y se recupera casi de inmediato. No es que haya vomitado mucho en la vida, habrá vomitado tres veces en la vida, pero cuando vomita es impresionante. Y siempre vomita en la escalera. Creo que Pepe vomita menos y tarda un poco mas en recuperarse. 

Pero lo que me llama la atención es esa lentitud cerebral que padezco estos últimos días. Creo es que si me avivo es demasiada información preocupante sobre nuestro futuro que tengo que procesar, así que tal vez sea preferible vivir en este topor, aunque despierte bajo una lluvia de vómito.

Bueno, cuestión que aquí estamos, amuchados los tres bajo el ventilador en un día de calor y humedad  record pasándola de lo mas bien.

Saturday, August 01, 2015

vianditas no more

Ayer me pasé todo el día en casa, también Pepe, que salió un ratito a hacer unas compras con el padre a la tarde. Lulu salió temprano, a visitar a una amiga que vive acá cerca pero volvió relativamente pronto porque parece que el padre se enojó con la amiga y a Lulu no le resultó agradable la griteria y se volvió. Me entristeció un poco que el pobre padre ande a los gritos un sábado a la mañana, pero me alegró mucho que Lulu la tenga tan clara y que en nuestra casa no se grite, o al menos, que hace ya mucho tiempo que no hay griterias, excepto a veces Lulu y Pepe que se pelean, pero tampoco llegan a tanto.

Nos la pasamos pintando y cosiendo y mirando películas. Hace mucho calor. Le puse una piletita afuera a Pepe y cada tanto iba y se metía. Me sorprendió que no me pidiese salir ni visitar amigos ni nada. Preguntó si íbamos ir a la pileta y le dije que el padre lo iba a llevar, al final el padre vino agotado y no pasó.

Creo que este último mes donde los dos estuvieron en el summer camp se agotaron. Yo también. Todos los días era una actividad diferente, todos los días había que leer los emails y mandar cosas diferentes. Ayer me dí cuenta de que por un mes no voy a preparar viandas y casi me pongo a llorar de la gratitud.

Pepe crece, ayer por primera vez se puso a dibujar y a pintar. Lulu creo que pintaba y dibujaba desde los dos años y medio, Pepe tiene 3 y medio y no le interesa mucho dibujar, o tal vez es que no le sale. Pero es un bajón porque hace mucho calor ahora para estar todo el día en movimiento.

Luego a la noche comimos juntos afuera, Pepe enloquecido de gusto porque teníamos una coca chiquita para compartir. Le pone limon y hielo, no tengo ni idea de donde sacó todo esto. A mi también me encanta la coca con hielo y limón, pero por alguna razón la tomo con la misma precaución con que tomo licor. Unas tres o cuatro veces al año, como algo extremadamente festivo. Luego Lulu y el se pusieron a jugar a algún juego que consistía en dibujar planos y seguir instrucciones , creo que eran exploradores, y se divirtieron mucho. Pasa bastante seguido que juegan juntos y se divierten mucho. Tal vez podría comprarles un walky talkie.

La casa interminable

Estoy abrumada. Harta. Y cuando trato de explicar la situación a mis amigas las canso, no logran comprender. Hablo de la casa, la casita, na...