Un casco de rulos grises se explaya

Hace un tiempo me compré casco nuevo, mas que nada por una cuestión estética, el mío viejo no me gustaba. También por la viserita, el viejo, que era uno que me encontré por ahí, no tenía.

En este momento tengo un especto bastante distinto, también tengo un casco, pero de rulos grises. También estoy enojada, con MM, con quién sino. Será que nos casamos para tener un depósito de nuestros enojos? Pero, es enojo o es angustia? MM está enfermo hace ya una semana y media, y como no ha hecho un trámite no puede ir al médico. O si puede, pero es un engorro, y caro. Pero no quiero hablar de MM, quiero hablar del casco de rulos grises que ostento esta madrugada.

Siempre estiro el momento de volver a cortarme el pelo. Tener el pelo corto a veces se vuelve aburrido, siempre la misma cosa. Pero no tengo ganas de dedicarme a el engorro de dejármelo crecer, y luego el engorro de mantener el pelo largo y no parecer una bruja. Lo dejo para cuando tenga mas tiempo.

Tendré algún día mas tiempo?

No solo hoy tengo un casco de rulos grises de señora de 80 años sino que me estoy cosiendo una especie de vestido de entrecasa que es en mi cuerpo de 44 lo mas falto de glamour que uno puede imaginar: una remera de MM azul que compró y le quedó chica o algo así y que alargué con un pedazo de remera fuccia que me quedaba mal y a la cual le estoy aplicando un círculo verde, porque los círculos me ponen de buen humor, no tengo idea por que, debo tener la misma locura que la japonesa esa de los círculos. Es un bajón coserse cuando uno ya es viejo. Coserse implica infinitas idas al espejo, e ir al espejo ultimamente me hastía. Pero bueno, estas remeras alargadas han probado ser cómodas y útiles.

Quiero sacar este proyecto y empezar otro, lo mas pronto posible. En mi lista están un muñeco para Pepe, un vestido de ballet para Lulu, una blusa para una amiga.

Acá aparece Lulu, 5 y 55 de la mañana. También con una gran cabeza de pelo, pero con el encanto de su juventud. La mando a dormir y me dice que dormir es aburrido. Y me pide que le haga un vestido igual al mío, lo que en ella podría ser un encanto, claro está, porque Lulu se pone un trapo y queda lo mas elegante.