Hace ya muchos dias que estamos enfermas. Primero empezó L., que una noche estuvo con fiebre. No mucha. Fué el día que la zamarrié, o tal vez eso fue al otro día, ya no me acuerdo. Cuando está enferma se pone difícil, algo que debo recordar. Fué con el tema del lavado de dientes, se negó a lavarse los dientes. Yo la obligué. Cerraba la boca. Los dientes son un tema con L. porque tiene tendencias a las caries, creo, ademas que tiene uno de los dientes delanteros negro por una caída y manchas de cuando le di hierro. También es un tema porque todo lo que quiere comer son cosas dulces. Yo he eliminado el azucar en gran parte, come ahora mucho silan, que es un jarabe de dátiles, y miel, pero digamos que si bien desde el punto de vista de la nutrición he mejorado algo, desde el punto de vista de los dientes supongo que no he cambiado mucho las cosas. Después se negó a tomar su medicina, y la medicina se desparramó en el pijama, más zamarreo y gritos, en fin.
Los dientes son un tema también porque apenas termino de lavarle los dientes, con bastante esfuerzo porque es la hora en que estoy más cansada, y es la hora en que Pepe quiere tomar la teta cada minuto, me dice -Ima, I´m hungry- y eso después que le ofrecí spagueti, y shnitzels, y toda la mínima gama de comidas que acepta comer. Creo que voy a adoptar la frase popular de -Esto no es un restoran, se come a la hora de la comida y se acabó- Me resulta muy difícil porque a mi si me queres castigar mandame a la cama con hambre, y lo peor, yo siempre ceno, me lavo los dientes y después como chocolate y me voy a la cama sin lavarme los dientes otra vez. La diferencia es que yo parezco tener mejores dientes.
En Boston L. nunca se enfermó. Ya era algo medio raro. Le contaba a la gente y me contestaban, claro, es porque no va al jardin. Como que no va al jardín? Claro que va al jardín, va desde el año, les contestaba yo. Bueno, cuando llegamos a Israel se enfermó de la garganta. Angina es? La llevé al doctor (primera vez que la llevaba al doctor para otra cosa que para los examenes de rutina) y me dió antibióticos. Después me enteré que la onda es resistirse al antibiótico, y pedir un hisopado. Asi que esta vez pedí el hisopado, pero cometí el error de esperar demasiado. Fuí el jueves y recién ayer supe que eran estreptococos.
También me avivé muy tarde de mirarme la garganta, con la luz de mi celular. Oy vei, pus en cantidades. Que asco. No me pasaba hace mas de 8 años. Y el sábado a la mañana, como me dolía! Estoy tomando mucho limón con miel, y gargaras con agua salada y tomo algo de ibuprufeno. Es el ibuprufeno que me dieron cuando parí a L. y me cosieron mucho, entonces me dieron estas pastillitas, y como los americanos son tan exagerados con todo, el frasco más chico venía de 150 pastillas. Fue una de las pocas cosas que me traje de América, me traje la droga, creo que todavía me quedan como para un par de años.
La verdad es que cada vez que hago dieta me enfermo. Y no hago dieta hace más de 7 años. Esta vez duré 5 días. Igual tengo pensado retomar mañana eh, enfermedad o no, estoy empecinada.
Cada vez que me he zarpado con L. con el nivel de violencia al otro dia ella saca el tema y me pregunta porque lo hice. Yo le explico, le pido perdón, le explico los factores que causaron que me ponga violenta. Yo, que tuve una mama que me pegó bastante y de la cual me aleje emocionalmente tipo a los 5 o 6 años, me alegro que L. saque el tema y que lo podamos hablar. Creo que es inevitable sentir violencia (sentir violencia? la violencia se siente?) hacia los hijos, la cuestión es como lidiar con ella. Por ejemplo, MM, la última vez que estuvo, varias veces le hizo el gesto de levantarle la mano, ese gesto de desplegar la mano y tensar los musculos, como diciendo, te romperia la cara. A mi me pareción horroroso, especialmente porque está tan poco. No se porque me pareció mas violento que un cozcorrón, o un sacudón. No lo puedo explicar.
Yo nunca pude hablar con mi mama sobre su violencia, en el momento en que estaba sucediendo. Porque a mi de chica no me dolian los golpes, que eran bastante flojos, lo que me dolía era el desamor.
Ayer por ejemplo, otra situación extenuante. Voy a buscarla al jardín, con Pepe en la guagua y el coche, que estaciono lejos porque están construyendo cerca del jardin y estacionar es un bajon. Yo con esto de los estreptococos no me siento la mujer maravilla, ademas hacia mucho frio, un viento fuerte que se colaba por todos lados. Lleve una bolsa con su paraguas, sus botas y su impermeable. Le puse el impermeable en el jardín y lo revoleó por el piso. Ahi empezó un tira y alfloje entre las maestras del jardín, que término con L. saliéndose con la suya. Yo con la ropa mucho no me meto. Pero después, en el camino, empezó a los gritos con que quería sus botas. Bueno, le dije, yo te ofrecí las botas en el jardín, ahora espera que lleguemos al auto para ponertelas (habia un viento muy desagradable como para pararse a cambiar botas entre el barro, si, llovió finalmente). Llanto. Despues, cuando llegamos al auto fué y se sento en el curb, no quiso ponerse las botas en el auto como yo sugerí. Pero se le embarraron las medias y vino llorando a llenar el auto de barro. Yo estaba que la queria matar. Es como que la enfermedad me deja sin paciencia. Despues fuimos al supermercado y tuvimos la primera discusión fuerte sobre un paquete de galletitas que ella quería comprar y yo me opuse. Al final mi autoridad se impuso. Creo que también gané una enemiga en la cajera, que tuvo que devolver el paquete de galletitas dos veces al lugar.
Después en casa fué todo idílico, estamos fabricando dos coronas de princesas, las pintamos y pegamos, me ayudo a ordenar.
Creo que es un error llevarle cosas para después de la escuela. Muchas veces he hecho esto con pésimos resultados. Creo que el asunto es así: uno se hace toda la película de que uno lleva este u otro prop, y entonces la salida del jardín va a ser idílica. Pero la salida del jardín no es idílica. Es un momento en que la nena está cansada y muchas veces con hambre, por el problema que tiene de ser tan melindrosa para comer. Durante 7 horas la chica pone muchisima pila para adaptarse a todo, llego yo, y se quiere tomar un descanso. Creo que me tengo que acordar de llevarle un sandwich o algo asi, ningun prop. En realidad, ahora que lo pienso, no hay que llevarle nada. Si, creo que tuve la epifania. Nada en el terreno del jardín. Solo despues, afuera, en un terreno neutral, ahi ofrecer cosas.
Pepe se da vuelta. O que se yo, se dio vuelta dos veces, tal vez estaba en ángulo. Es medio temprano, todavía no tiene ni tres meses.
Los dientes son un tema también porque apenas termino de lavarle los dientes, con bastante esfuerzo porque es la hora en que estoy más cansada, y es la hora en que Pepe quiere tomar la teta cada minuto, me dice -Ima, I´m hungry- y eso después que le ofrecí spagueti, y shnitzels, y toda la mínima gama de comidas que acepta comer. Creo que voy a adoptar la frase popular de -Esto no es un restoran, se come a la hora de la comida y se acabó- Me resulta muy difícil porque a mi si me queres castigar mandame a la cama con hambre, y lo peor, yo siempre ceno, me lavo los dientes y después como chocolate y me voy a la cama sin lavarme los dientes otra vez. La diferencia es que yo parezco tener mejores dientes.
En Boston L. nunca se enfermó. Ya era algo medio raro. Le contaba a la gente y me contestaban, claro, es porque no va al jardin. Como que no va al jardín? Claro que va al jardín, va desde el año, les contestaba yo. Bueno, cuando llegamos a Israel se enfermó de la garganta. Angina es? La llevé al doctor (primera vez que la llevaba al doctor para otra cosa que para los examenes de rutina) y me dió antibióticos. Después me enteré que la onda es resistirse al antibiótico, y pedir un hisopado. Asi que esta vez pedí el hisopado, pero cometí el error de esperar demasiado. Fuí el jueves y recién ayer supe que eran estreptococos.
También me avivé muy tarde de mirarme la garganta, con la luz de mi celular. Oy vei, pus en cantidades. Que asco. No me pasaba hace mas de 8 años. Y el sábado a la mañana, como me dolía! Estoy tomando mucho limón con miel, y gargaras con agua salada y tomo algo de ibuprufeno. Es el ibuprufeno que me dieron cuando parí a L. y me cosieron mucho, entonces me dieron estas pastillitas, y como los americanos son tan exagerados con todo, el frasco más chico venía de 150 pastillas. Fue una de las pocas cosas que me traje de América, me traje la droga, creo que todavía me quedan como para un par de años.
La verdad es que cada vez que hago dieta me enfermo. Y no hago dieta hace más de 7 años. Esta vez duré 5 días. Igual tengo pensado retomar mañana eh, enfermedad o no, estoy empecinada.
Cada vez que me he zarpado con L. con el nivel de violencia al otro dia ella saca el tema y me pregunta porque lo hice. Yo le explico, le pido perdón, le explico los factores que causaron que me ponga violenta. Yo, que tuve una mama que me pegó bastante y de la cual me aleje emocionalmente tipo a los 5 o 6 años, me alegro que L. saque el tema y que lo podamos hablar. Creo que es inevitable sentir violencia (sentir violencia? la violencia se siente?) hacia los hijos, la cuestión es como lidiar con ella. Por ejemplo, MM, la última vez que estuvo, varias veces le hizo el gesto de levantarle la mano, ese gesto de desplegar la mano y tensar los musculos, como diciendo, te romperia la cara. A mi me pareción horroroso, especialmente porque está tan poco. No se porque me pareció mas violento que un cozcorrón, o un sacudón. No lo puedo explicar.
Yo nunca pude hablar con mi mama sobre su violencia, en el momento en que estaba sucediendo. Porque a mi de chica no me dolian los golpes, que eran bastante flojos, lo que me dolía era el desamor.
Ayer por ejemplo, otra situación extenuante. Voy a buscarla al jardín, con Pepe en la guagua y el coche, que estaciono lejos porque están construyendo cerca del jardin y estacionar es un bajon. Yo con esto de los estreptococos no me siento la mujer maravilla, ademas hacia mucho frio, un viento fuerte que se colaba por todos lados. Lleve una bolsa con su paraguas, sus botas y su impermeable. Le puse el impermeable en el jardín y lo revoleó por el piso. Ahi empezó un tira y alfloje entre las maestras del jardín, que término con L. saliéndose con la suya. Yo con la ropa mucho no me meto. Pero después, en el camino, empezó a los gritos con que quería sus botas. Bueno, le dije, yo te ofrecí las botas en el jardín, ahora espera que lleguemos al auto para ponertelas (habia un viento muy desagradable como para pararse a cambiar botas entre el barro, si, llovió finalmente). Llanto. Despues, cuando llegamos al auto fué y se sento en el curb, no quiso ponerse las botas en el auto como yo sugerí. Pero se le embarraron las medias y vino llorando a llenar el auto de barro. Yo estaba que la queria matar. Es como que la enfermedad me deja sin paciencia. Despues fuimos al supermercado y tuvimos la primera discusión fuerte sobre un paquete de galletitas que ella quería comprar y yo me opuse. Al final mi autoridad se impuso. Creo que también gané una enemiga en la cajera, que tuvo que devolver el paquete de galletitas dos veces al lugar.
Después en casa fué todo idílico, estamos fabricando dos coronas de princesas, las pintamos y pegamos, me ayudo a ordenar.
Creo que es un error llevarle cosas para después de la escuela. Muchas veces he hecho esto con pésimos resultados. Creo que el asunto es así: uno se hace toda la película de que uno lleva este u otro prop, y entonces la salida del jardín va a ser idílica. Pero la salida del jardín no es idílica. Es un momento en que la nena está cansada y muchas veces con hambre, por el problema que tiene de ser tan melindrosa para comer. Durante 7 horas la chica pone muchisima pila para adaptarse a todo, llego yo, y se quiere tomar un descanso. Creo que me tengo que acordar de llevarle un sandwich o algo asi, ningun prop. En realidad, ahora que lo pienso, no hay que llevarle nada. Si, creo que tuve la epifania. Nada en el terreno del jardín. Solo despues, afuera, en un terreno neutral, ahi ofrecer cosas.
Pepe se da vuelta. O que se yo, se dio vuelta dos veces, tal vez estaba en ángulo. Es medio temprano, todavía no tiene ni tres meses.
11 comments:
Uy, la violencia madre-hija! Tus relatos sobre Lulú se parecen a los de mi madre sobre mí. Parece ser que en mi caso sólo mi papá lograba "convencerme" o ganar batallas, con mi madre me volvía aún más drama queen. Una idea famosa mía era querer esquiar con pollera escocesa. Sí, coincido, qué bueno que con L toquen el tema y traten de reconstruir juntas lo que pasó.
más allá de tu relato y lo poco que comento, te quería contar que cuando uno de la familia tiene estreptoco los demás tienen que hacerse un hisopado, porque se contagia muy fácil y veces las consecuencias de que no esté curado del todo, puede traer otras enfermedades. preguntale bien al médico, o fijare en internet, pero lo sé posta.
sí, la salida del jardín es dura. hay que ir con una estrategia...
ah! y que se sientan bien pronto. besos
Que se mejoren prontito!!!
por supuesto que la violencia contra los niños es repudiable, pero tampoco se trata de demonizar un zamarreo, no? los besos no compensan, pero tampoco es cuestión de convertir en trauma que un día mamá se sacó, me parece. uno quisiera controlar todo lo que podría devenir trauma para los hijos, pero el margen es amplio. no siempre el amor pasa por los besos y el desamor por las cachetadas, aun cuando nos entreguemos a los primeros y evitemos las segundas... quién puede estar seguro de no transmitir alguna vez alguna forma de desamor?
LF
Estoy como tú, con un gripazo tremendo a base de ibuprofeno, miel y limón y un dolor de garganta y oidos que ya me gustaría que se me pasara pronto.
Digo yo que a lo mejor L no se enfermaba porque el frío de Boston mataba todos los virus.
Comulgo con lo que escribió LF: hasta ahora siempre te ví como una madre amorosa, racional, respetuosa y conectada con Lulú; que te saques una vez creo que no hecha por la borda todo lo anterior.
Y mejorate pronto!
Perder los estribos es inevitable. Yo todavía estoy buscando la manera de dominarme en momentos extremos, para no hacer demasiadas macanas. No se me da por los zamarreos, pero sí por patear cosas y gritar barbaridades, lo cual deja claro el mensaje de violencia. Después vienen los abrazos, pero me pregunto que pensará mi hija de mis momentos de loca sacada. También pienso si no será una exageración pensar que le estoy haciendo "un daño", a lo mejor ella ve en mí lo mismo que yo en ella, o seauna caprichosa en medio de un berrinche. En fin, me quedó largo, pero qué tema...
A mí me pasa que se me salta la térmica mil veces por día. A veces les grito, los reto, los pongo en penitencia, los zamarreo. Pero cuando mi marido hace un tercio de todo eso, me re molesta. A ver, yo estoy todo el día con ellos, me parece lógico. Quisiera que el poquito rato que él pasa con ellos sea de paz y paciencia. Capaz es mucho pedir...
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