De mi vida sin hijos extranio poco y nada porque, desde que tuve la fantastica idea de venir a Boston, para darte una idea de cuanta joda he tenido, me puse en pedo una sola vez, con una amiga fugaz que tuve y que aun extranio (se fue!!!!!!!!), y fue fantastico, especialmente la vuelta a casa. Nos juntamos en un lugar en Porter Square y yo entonces vivia en el North End y llegue a casa en 15 minutos en la bicicleta lo que, sencillamente, es un record. Fue un vuelo en bicicleta glorioso. Me voy por las ramas. O sea joda no extranio porque mi vida era monastica y lo sigue siendo. Pero lo que si extranio es crear algo. Tener tiempo para coser, pintar, hacer algo. Creo que voy a tratar de convencerla a Lulu de que me ayude a coser, no se como. Y a veces pienso que, seriamente, la tengo que conectar a un televisor. Pero, como primero tengo que comprarme un televisor.......es todo un endeavor. Hablando de Lulu ayer comimos ravioles juntas en la cama. Yo les sacaba las puntas y se las daba y me comia el centro. Muy contentas las dos y fuera de un poco de manteca en las sabanas, ningun desastre.
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