Ayer pensaba mientras iba en mi bici a toda velocidad a buscarlo a Pepe al jardín que la clave de la maternidad es permanecer constantemente en estado fluido. Ser agua todo el tiempo. Adaptarse a todos los cambios rápidamente y fluir por diferentes caminos pero siempre buscando el mar.
Y mi mar es coser. Estoy cosiendo una camisa Archer, con cuello y puños, no cosía una camisa así desde que tengo 18 años o algo así, desde que le cosía a mi viejo camisas de lino blanco. Cuando corté todas las piezas no podía creer que yo me tomaba todo este trabajo, y en realidad, mas, porque hacía todas las costuras camiseras, que son un engorro. Igual estoy pensando en hacerme una igual. Encontré un molde que me queda pintado, y estuve aprendiendo técnicas nuevas que me ponen recontenta. Me compré una tela bastante absurda, de rayas negras y grises. La tela es una tela de flannel gruesa y de excelente calidad, o eso escuché, no la lavé. Es toda una onda entre las costureras del mundo, una Archer de flannel. Es como una oda a un cuarderno de álgebra. Ahora me muero de ganas de coserme otra de una franela mas colorida, aunque no se que voy a hacer con tantas camisas de franela.
Y me llegó el molde de los jeans, no veo el momento de empezar. Tengo todo, los botones, las tachas, una tela que no está nada mal, y colores para hacerles pespuntes. Los únicos pantalones que uso son los que me he cosido, hay uno que me pareció una catástrofe al principio y que es increiblemente cómodo. Y ya estoy empezando a tener equipos de invierno bastante buenos, todos cosidos por mi.
El mes que viene empiezo mi trabajo nuevo, porque no creo haberlo escrito aquí, pero como quien no quiere la cosa, tengo un puesto. Es gracioso, siento que le pasó a otro. Me recuerda a cuando me casé: me levantaba cada mañana y pensaba, que? yo me casé? yo? Bueno, ahora es un poco así. Tengo un puesto. Soy como una especie de técnica jefe, con un montón de estudiantes bajo mi responsabilidad y dos jefes a los que le haré experimentos. Las horas son las mismas, las responsabilidades son mas grandes, el sueldo es mejor y además aumentaría con el tiempo. Y tengo el beneficio de que puedo estudiar gratis todo lo que se me canta el forro del culo en cualquier universidad de Israel, algo que me emociona bastante, porque me gustaría estudiar filosofía, o letras, o algo así, bien blando.
Mientras tanto a MM las cosas no le están yendo muy bien, y está bastante crisioner, como se dice aquí, una gran palabra. No viene nunca y cuando viene pretende que el mundo pare y yo le de bola y obvio que no. Cuando el viene lo que yo quiero es que por una vez en la vida no tener que dormir a la cria, que es una parte que me cuesta, no me gusta leer. O me gusta, pero preferiría que cada uno se lea sus cosas.
Con el invierno he dejado de hacer ejercicio, aunque corro tanto durante el día que no me parece muy grave. Hay día que siento la necesidad y me voy en la bici. Creo que tengo que implementar una rutina de invierno adentro de la casa. Tenemos tanto lugar! Estos días le hice a Lulu una especie de rutina para que aprenda a hacer la medialuna. También a mi me gustaría aprenderla, pero no es fácil. Lulu sigue entusiasmada con su hockey y me alegra, porque en general está empezando a preferir sus videos a sus amigos, aunque no se hasta que punto tiene amigos. Creo que sus amigos han dejado de entenderla, bueno, no se, estoy un poco proyectando mis experiencias en ella. Se la pasa mirando películas de nerds, ahora está mirando una serie que se llama Galileo, está muy buena, o al menos lo poco que ví. Estoy pensando seriamente en cambiarla de escuela, a las puteadas, porque significa donarle tiempo y dinero al asunto, pero tal vez de verdad la haga mas feliz. Siempre pensé que le iba a ser difícil ir a la escuela lejos, por la cuestión de tener amigos y no poder ir a visitarlos, pero estoy viendo que no tiene tantos amigos. El domingo voy a ir a una reunion que es a las 8 y media, que es como me dijeran que hay una reunión a las 11 de la noche.
Pepe por otra lado ayer me preguntó si dos y dos y uno es cinco. Me acordé que hace un año la maestra jardinera me dijo que a Pepe había que tratarlo porque no sabía los números, y yo lo traté con M&M, por cada número que aprendía le daba uno, en una semana y un paquetito de M&M lo tratamos. La verdad es que a mi no me causa nada de gracia esa facilidad con los números, porque me gustaría alejarlos lo mas posible de ellos, por otro lado MM (MM y M&M, nunca me había percado, MM es mi marido, con tono) sufre bastante por su aversión a los números, una aversión que comparten con Lulu. No tienen ningún problema con ellos, o sea pueden hacer todas las cuentas, solo que lo odian.
El otro día le compré a Lulu un block lindo y un set de acrílicos y la dejé al mediodía (ella es pasa 4 mediodias sola, es su tiempo de ver peliculas, como yo estoy en el laburo a 5 minutos y ella se queda con teléfono, es seguro, las únicas veces que me llama es cuando no encuentra el cargador) pintando y así la encontré varias horas después. Dibuja bien, aunque no es de esos chicos que se pasan horas con un dibujo, a no ser que tenga un motivo, Lulu no es laburadora por el momento. Pero con pocos trazos y una gran seguridad dibuja todo lo que quiere. Pero es como que su dificultad con los números y las letras la llevaron un poco a eso. Cuando Lulu entró a primer grado era una de las nenas que menos sabía, porque a mi me pareció que lo mejor era no enseñarle nada y que ella eligiera lo que le interesase. Ahora ya no se si ella eligió dibujar desde un impulso interno, o porque al tener dificultades con las otras formas de expresión, y sentirse inferior, eligió dibujar para sobrevivir. En fin, me parece que yo le tracé un camino queriendo no trazárselo, y ahora supongo que tendría que hacerme cargo y mandarla a una escuela donde la dejen de joder tanto con los números y las letras, y con las tareas.
En fin, a coser.
